Día Mundial
Logopedas españoles, en jaque: faltan profesionales y las personas con disfagia no reciben el tratamiento adecuado
La ratio en España es de 19 profesionales por cada 100.000 habitantes, a años luz de países como Francia, lo que obstaculiza la atención a las personas con este trastorno que dificulta tragar
Faltan logopedas en el sistema público de salud de España, así que muchas personas con disfagia "no reciben tratamiento adecuado" por falta profesionales. Este es el llamamiento que realiza el Consejo General de Colegios de Logopedas de España, con motivo del Día Mundial de la Disfagia, que se celebra el 12 de diciembre.
La disfagia es un trastorno que se caracteriza por la dificultad de tragar o deglutir alimentos y bebidas de manera segura. Puede aparecer a cualquier edad y su desarrollo está vinculado a distintas causas (neurológicas, cánceres de cabeza y cuello o de esófago, fragilidad en el caso de las personas mayores o alteraciones de carácter estructural). La disfagia no tratada puede conllevar la malnutrición de los afectados y el incremento del número de infecciones respiratorias, sobre todo de neumonías, por el paso de los alimentos hacia las vías respiratorias. ¿El problema? Es un trastorno "claramente infradiagnosticado" en nuestro país, según denuncia el organismo.
A pesar de ello, se estima que la disfagia podría afectar a un gran porcentaje de la población (entre el 1 y el 8%), unas cifras que se disparan en el caso de las personas mayores (la incidencia estimada es del 15%), sobre todo entre aquellas que se encuentran en residencias u hospitalizadas, entre las que el porcentaje se eleva casi hasta el 50%.
"Tenemos datos suficientes para saber que las personas con disfagia, ahora mismo, tienen un impacto económico enorme: son ingresadas con más frecuencia, tienen estancias hospitalarias más largas, dependen de productos espesantes para los alimentos que son financiados por el sistema público de salud…", explica Javier Bueno, coordinador de la comisión de disfagia del Consejo General de Colegios de Logopedas de España.
Sin embargo, todo esto no se traduce en un plan integral que nos permita decir que las personas con disfagia van a ser atendidas de una determinada manera en todo el país. Por el contrario, "todo depende de en qué Comunidad Autónomo o, incluso, en qué hospital nos encontremos. Con una prevalencia como la que tiene la disfagia, en cualquier otro ámbito sanitario existiría un plan nacional", lamenta Bueno.
El portavoz explica que, aunque en el abordaje de la disfagia intervienen muchos profesionales sanitarios (otorrinos, neurólogos, rehabilitadores, enfermeros, fisioterapeutas, etc.), los logopedas son, en muchas ocasiones, el profesional que está "más cerca del paciente, el que lo acompaña desde el inicio hasta el final y el que, además, le va a seguir de cerca para ver su evolución". No obstante, da la casualidad de que muchas personas con disfagia se encuentran con "muchas dificultades" para poder acceder a los servicios de un logopeda, añade, ya que hay muy pocos especialistas de este ámbito trabajando dentro del sistema público de salud.
Según los últimos datos del INE, correspondientes a diciembre de 2017, la ratio en España es de 19,12 logopedas por cada 100.000 habitantes, una cifra que se encuentra muy por debajo de la que presentan países de nuestro entorno como Francia (38,2) u otros que son referentes en la apuesta por la logopedia, como es el caso de Estados Unidos (51,1). En 2020, apenas había en nuestro país 520 logopedas trabajando en el Sistema Nacional de Salud.
"Necistamos que las personas con disfagia puedan acceder a un logopeda, cosa que no suele ocurrir"
"Actualmente muchas de las personas que tienen disfagia no reciben un tratamiento adecuado a su dificultad. Muchas, de hecho, ni siquiera saben que pueden recuperarse y, con frecuencia, nunca pasan del primer paso de adaptación de la dieta. Esto es muy grave, porque realmente supone que estamos negándoles el tratamiento al que tienen derecho y las posibilidades de recuperación", denuncia Bueno.
Además, el profesional recuerda que en una gran cantidad de casos la disfagia se puede "mejorar o incluso revertir", un proceso en el que los logopedas pueden aportar mucho: "Pero para ello necesitamos que las personas con disfagia puedan acceder a un logopeda, cosa que actualmente no suele ocurrir".
Aunque en muchas ocasiones se suele asociar la figura del logopeda al tratamiento de las dificultades con el habla y con el desarrollo del lenguaje, desde el Consejo General de Colegios de Logopedas reivindican la figura de este profesional sanitario como "especialista" en el tratamiento de las personas con dificultades de deglución.
"Al final, utilizamos los mismos músculos para hablar que para tragar y, por lo tanto, los logopedas somos expertos en esa musculatura y en su recuperación", explica el coordinador de la comisión de disfagia, quien sostiene que los logopedas pueden aportar en todos los procesos, desde en la identificación de las personas que presentan dificultades para deglutir, hasta en la planificación del tratamiento para la compensación de estas dificultades.
"Dentro del ámbito de las dificultades de la deglución podemos tratar de adaptar el alimento a las características que tenemos para tragar, modificando el alimento, cambiando la dieta, triturando alimentos o utilizando espesantes. También podemos intervenir modificando la forma en que come una persona, la forma en que se coloca, el modo de introducir los alimentos en la boca; y, por supuesto también podemos hacer una serie de trabajos a nivel muscular que ayudan a las personas a corregir los problemas que tienen, buscando aquellos ejercicios musculares que se adecúen más a las dificultades que presenta cada persona, para tratar de recuperar en la medida de lo posible su deglución", concluye Bueno.
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