Entrevista

«La mayoría de los problemas cardiacos como el infarto ya tiene solución y buen pronóstico»

Entrevista al doctor Raúl Moreno, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital La Paz de Madrid

Dr. Raúl Moreno
Dr. Raúl MorenoDavid JarDavid Jar

El doctor Raúl Moreno lleva tres décadas dedicado a la Cardiología, una especialidad que le ha regalado grandes satisfacciones y de la que no deja de aprender, ahora desde la atalaya de la jefatura del Servicio de Cardiología del Hospital La Paz.

Hace una semana tomó posesión de su nuevo cargo. ¿Cómo afronta esa responsabilidad a nivel profesional y personal?

Con mucha ilusión, por supuesto, pero también con gran compromiso, porque de cómo funcione este Servicio dependerá la salud cardiovascular de más de 550.000 madrileños y de más de un millón de personas si hablamos de Cardiología intervencionista. Y supone una gran responsabilidad con los profesionales, porque de él forman parte casi 50 médicos de máximo nivel y voy a poder influir en su desarrollo en los próximos años.

¿Qué es lo mejor y lo peor de liderar el servicio de referencia en Cardiología de nuestro país?

Poner en marcha líneas estratégicas que mejoren el desarrollo del servicio en los próximos años y potenciar las áreas que pueden ser más importantes para la salud cardiovascular en el futuro sería lo más positivo. Lo peor, quizá, está en el altísimo nivel de exigencia que tenemos y la presión que eso puede implicar, pues estamos considerados el mejor Servicio de Cardiología de España.

¿Cuáles son los primeros pasos a seguir en esta nueva etapa?

Intentar mejorar la situación asistencial en consultas externas, en el área de insuficiencia cardiaca, organizar y revisar los protocolos asistenciales y potenciar la investigación propia.

¿Cómo ha cambiado la práctica clínica de su especialidad en estos últimos 30 años?

Hemos alcanzado hitos espectaculares en todas las áreas de la Cardiología que permiten que los pacientes ahora tengan un pronóstico muy bueno. Por ejemplo, en el diagnóstico por imagen cardiaca no invasiva ahora hay técnicas muy precisas; se han desarrollado fármacos muy eficaces que han mejorado muchísimo la insuficiencia cardiaca o la enfermedad coronaria; se han desarrollado técnicas invasivas y dispositivos para el tratamiento de arritmias cardiacas, muerte súbita, las enfermedades de las válvulas del corazón... También ha variado mucho el tema organizativo y cada vez es más importante la colaboración multidisciplinar de distintas áreas.

¿Qué hitos que se han logrado en Cardiología intervencionista?

Sobre todo dos: por un lado el tratamiento del infarto agudo de miocardio mediante angioplastia primaria, porque ha conseguido reducir la mortalidad a menos del 2%, algo impensable hace dos décadas. Este tratamiento en la actualidad se realiza a la mayoría de pacientes con infarto. En segundo lugar, diría el tratamiento de las enfermedades de las válvulas cardiacas con prótesis que implantamos a través de un catéter y se evita la cirugía. Todas estas técnicas han mejorado tanto el pronóstico como la calidad de vida de los pacientes.

¿Y cómo ha mejorado la calidad de vida de los pacientes esta gran revolución en la Cardiología Intervencionista?

Estas técnicas suponen una clara mejora en la vida de nuestros pacientes. Por ejemplo, en los enfermos con cardiopatía isquémica, las técnicas de angioplastia coronaria aportan mejor calidad de vida. Luego, los pacientes con patología de las válvulas cardiacas, gracias a su implantación por la arteria femoral a través de un catéter, en vez de por cirugía, pueden hacer una vida normal pocos días después de la intervención.

¿Esta revolución técnica es accesible en todo el país?

En España hay grandes hospitales públicos con excelentes recursos y especialistas en Cardiología. Los pacientes pueden estar tranquilos en toda la geografía nacional.

Sin embargo, la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte. ¿Qué seguimos haciendo mal?

Que no se da importancia a la prevención y al abordaje correcto de los factores de riesgo como el colesterol, la hipertensión o el tabaco. En segundo lugar, habría que hacer un diagnóstico más precoz.

También está muy implicado en la investigación científica...

En intervencionismo, hemos destacado en tres campos: aportar conocimiento sobre la eficacia y seguridad de nuevos stents coronarios; investigación en estrategias de intervencionismo en pacientes con infarto agudo de miocardio y, en tercer lugar, avances en la estenosis de la válvula aórtica mediante prótesis que se implanta por catéter femoral.

¿Qué llegará en el futuro?

Nos estamos enfocando en la Medicina de Precisión o personalizada. Otro avance es la prevención cardiovascular más eficaz con fármacos muy potentes al controlar los factores de riesgo. En tercer lugar, iremos hacia técnicas cada vez menos invasivas y más precisas. Y por último, la Inteligencia Artificial, que se está implantando ya en la automatización del seguimiento de los pacientes crónicos.

¿La mayoría de problemas coronarios ya tiene solución?

Sí, sin duda, porque cualquier paciente coronario, si se diagnostica a tiempo o se actúa de forma precoz, tiene muy buen pronóstico y calidad de vida. La mortalidad ya es mínima, aunque eso implica que nos enfrentamos a más enfermos coronarios crónicos, lo que obliga a dar un giro al modelo de asistencia y a los recursos destinados a ellos.