Medidas prácticas para mantener los piojos a raya

Ahora que comienza un nuevo curso escolar, muchos padres se echan las manos a la cabeza, nunca mejor dicho, ante el riesgo inminente de que sus hijos vuelvan a casa con piojos en el cabello.

Se trata de un problema muy común en el que, más allá de los síntomas físicos que causa, como el picor y la necesidad constante de rascarse, también es considerable su impacto psicológico: uno de cada cuatro padres cree que tener piojos afecta emocionalmente a sus hijos, según el IX Estudio CinfaSalud «Percepción y hábitos de los padres y madres españoles ante la pediculosis», realizado por Cinfa en 2019 y avalado por la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac). Como explica Julio Maset, médico de Cinfa, «este impacto psicológico es fruto, en gran parte, del estigma social que crea su presencia, en torno a los cuales siguen circulando numerosos mitos, como el que los relaciona con la falta de higiene. La vergüenza lleva a los progenitores a no notificar al colegio que sus hijos presentan la infestación, lo cual eleva notablemente el riesgo de que sus compañeros de clase se contagien. Sin embargo, hay que saber que los piojos van al pelo limpio igual o más que al sucio».

No resignarse

Pero no tenemos por qué resignarnos a que estos parásitos invadan el cabello de los niños cada vez que vuelven a las aulas. Tomando algunas medidas preventivas adecuadas, es posible mantenerlos a raya. La pauta más importante es notificar al centro escolar que nuestro propio hijo tiene piojos en caso de que así sea. «Es la manera más efectiva de evitar su propagación y un ejercicio de responsabilidad social», incide el experto.

Si nuestro hijo empieza a sentir picor en el cuero cabelludo –o han notificado que en su entorno ha habido ya infestaciones–, debe procederse a un examen exhaustivo del cabello peinando cada mechón con una lendrera, que permite arrastrar las liendres y/o piojos. Como explica Maset, «conviene hacerlo con el pelo húmedo, ya que se mueven más lentamente por él y facilita su uso, y manejando la lendrera con las puntas hacia arriba. También conviene colocar un paño o toalla blanca sobre los hombros del niño para poder verlos cuando caigan».

Si se confirma su presencia, sí debe aplicarse sobre el cabello seco, mediante un masaje, el champú, loción o espuma pediculicida. Después de lavar y aclarar, se ha dejar secar el pelo al aire, nunca con secador, ya que el calor inactiva el efecto insecticida residual del producto. Para terminar, pasar de nuevo una lendrera para retirar los piojos muertos y las liendres. «Es fundamental repetir toda la operación una semana después, solo así nos aseguraremos de haberlos eliminado todos. Con que haya quedado alguno es suficiente para que se reproduzcan de nuevo», advierte Maset.

Creencias erróneas sobre la pediculosis

►Los piojos solo infestan el pelo sucio. Cualquier persona de cualquier estrato social o económico puede padecerlos.

►Saltan o vuelan. No se desplazan saltando y, dado que no tienen alas, tampoco volando. Su gran capacidad de propagación se explica porque caminan con gran rapidez.

►Pueden transmitir enfermedades. Solo los piojos del cuerpo son vectores de patologías.

►Rapar el pelo o cortarlo es conveniente si se tienen. Se adhieren a la raíz del pelo, no a toda su superficie. Si bien es cierto que en los cortos puede resultar más cómodo el tratamiento.

►Los remedios caseros son igual de efectivos que los de la farmacia y, además, inocuos. De una parte, la eficacia de sustancias como mayonesa, aceite de oliva, mantequilla, o vaselina es nula o no está demostrada. De otra, remedios como el alcohol o el queroseno, además de irritar el cuero cabelludo, son tóxicos, inflamables y peligrosos. El vinagre puede ayudar a despegar las liendres, pero por sí solo no es capaz de matarlo.

►Cuando hay piojos en casa, toda la familia debe tratarse por si acaso. Solo se ha de aplicar el pediculicida en quien se confirme la infestación.

►Los niños con piojos deben quedarse en casa. No hay necesidad de aislar a nadie por ello.

►Los animales de compañía pueden transmitir piojos. Es imposible, porque los piojos de la cabeza son parásitos humanos.

►Uno de los lugares de contagio son las piscinas. En contacto con el agua, el piojo cierra sus orificios respiratorios y entra en un estado de letargo en el que puede permanecer hasta cuatro horas, pero se mantiene aferrado al cabello.