
Opinión
O nuevo Estatuto o dimisión
Mario Mingo es médico y político

La tensión generada desde el Gobierno –desde el Ministerio de Sanidad– con los profesionales sanitarios a causa de las deficiencias de su propuesta para actualizar la Ley 55/2003, del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud está alcanzando cotas desconocidas hasta ahora en nuestra sanidad. Más allá de las numerosas movilizaciones convocadas por médicos, enfermeras o técnicos que se han celebrado en los últimos meses, es reseñable la huelga nacional que los propios médicos celebraron el 13 de junio, así como la convocada también por ellos para la semana que viene.
El rechazo de los facultativos a la propuesta del ministerio está siendo frontal hasta el punto de presentar públicamente una enmienda de totalidad en forma de decálogo con los temas que a su entender han de vertebrar el nuevo Estatuto. Reconocimiento de funciones específicas, actualización de la clasificación profesional, nueva regulación de la jornada laboral, mejoras en la retribución o avances en la jubilación son propuestas irrenunciables desde el prisma facultativo que de seguir siendo ignoradas condenarán el proyecto del Gobierno al fracaso.
Ante tal descalabro, no cabría otra salida para la ministra de Sanidad que la dimisión. Es mi opinión, claro está, pero la renovación del Estatuto Marco es una de sus «promesas estrella» para la legislatura que cobra mayor importancia, si cabe, al considerar el activo cardinal que los recursos humanos suponen en el Sistema Nacional de Salud y la acuciante necesidad que hay de reconocimientos y mejoras como los concretados por los médicos en el listado referido. Veremos cómo evoluciona todo a partir de la semana próxima, aunque creo que, como dijo Julio César, «alea iacta est».
✕
Accede a tu cuenta para comentar