Un nuevo síntoma de Covid persistente cambia el color de las piernas

La pandemia ya terminó, pero muchas personas que sobrevivieron a la Covid-19 todavía viven sus consecuencias. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre el 10% y el 20% de las personas afectadas por la enfermedad, incluso quienes la atravesaron con síntomas leves o sin ellos, desarrolla esta afección.

Conocida como Covid persistente, sus síntomas y efectos son difíciles de categorizar. Como explica el doctor Julio Maset, médico de Cinfa, «normalmente, comienzan en los tres meses siguientes al inicio de la Covid-19 y duran al menos dos meses más. En ocasiones, persisten desde la enfermedad inicial; en otras, se manifiestan más tarde y también pueden fluctuar o presentarse de manera intermitente. Esta enfermedad –añade– se manifiesta de manera muy variable, por lo que es importante detectarla para poder abordarla adecuadamente».

Sus secuelas van desde la llamada "niebla mental", que puede conllevar dificultada para hablar o recordar, hasta tos y problemas respiratorios, renales, gastrointestinales, palpitaciones o la pérdida de gusto y olfato. Incluso la función cerebral de afectados por Covid persistente puede continuar sin normalizarse dos años después. Hasta se investiga si eleva el riesgo de diabetes.

A esta larga lista de signos, el médico británico Manoj Sivan, de la Universidad de Leeds, acaba de sumar un nuevo problema: la acrocianosis, una acumulación venosa de sangre en las piernas también llamada cianosis, que se produce en manos y en pies. El artículo se centra en el caso de un hombre de 33 años, cuyas piernas se pusieron azules.

Según un nuevo estudio publicado en la revista científica The Lancet, se trata de un caso inusual, en el que las extremidades del paciente con Covid persistente se volvieron azules a los 10 minutos de estar de pie . Esto, según el trabajo, pone de manifiesto la necesidad de concienciar más sobre este síntoma a las personas que padecen la enfermedad.

Un minuto después de ponerse de pie, las piernas del sujeto empezaron a enrojecer y se volvieron cada vez más azules con el tiempo, con las venas cada vez más prominentes. Al cabo de 10 minutos, el color era mucho más pronunciado y el paciente describía una sensación de pesadez y picor en las piernas. El color original volvió a aparecer dos minutos después de volver a la posición normal.

El paciente expresó que había empezado a experimentar la decoloración desde su infección por Covid-19. Se le diagnosticó ortostasis postural y un síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS), una enfermedad que provoca un aumento anormal de la frecuencia cardiaca al ponerse de pie.

El Dr. Sivan, Profesor Clínico Asociado y Consultor Honorario en Medicina de Rehabilitación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Leeds, declaró: "Se trata de un caso sorprendente de acrocianosis en un paciente que no la había experimentado antes de su infección por COVID-19".

Síntomas de Covid persistente: "Es posible que los médicos no sean conscientes"

"Los pacientes que lo experimentan pueden no ser conscientes de que puede ser un síntoma de Covid a largo plazo y un signo de disautonomía [un mal funcionamiento en el sistema nervioso autónomo], y pueden sentirse preocupados por lo que ven. Del mismo modo, es posible que los médicos no sean conscientes de la relación entre la acrocianosis y la Covid persistente.

"Tenemos que asegurarnos de que haya más concienciación sobre la disautonomía en la Covid a largo plazo para que los clínicos tengan las herramientas que necesitan para tratar a los pacientes adecuadamente", expresó.

Según el trabajo, la Covid persistente afecta a múltiples sistemas del organismo y presenta una serie de síntomas que afectan a la capacidad de los pacientes para realizar actividades cotidianas. La enfermedad afecta también al sistema nervioso autónomo, responsable de regular la presión arterial y el ritmo cardíaco.

La acrocianosis se ha observado anteriormente en niños con disfunción del sistema nervioso autónomo (disautonomía), un síntoma común de los síndromes posvirales. Investigaciones anteriores del equipo del Dr. Sivan han demostrado que tanto la disautonomía como el POTS se desarrollan con frecuencia en personas con Covid persistente. La disautonomía también se observa en otras enfermedades de larga duración, como la fibromialgia y la encefalomielitis miálgica, también conocida como síndrome de fatiga crónica.

En palabras del Dr. Sivan: "Necesitamos más información sobre la disautonomía en las enfermedades de larga duración, métodos más eficaces de evaluación y tratamiento, y más investigación sobre el síndrome. Esto permitirá tanto a pacientes como a médicos gestionar mejor estas enfermedades".

Esta investigación es el último trabajo del equipo (publicado el 10 de agosto en The Lancent) en el campo de la medicina autonómica. El caso de estudio solicitó el anonimato, por lo que no está disponible para ser entrevistado.