Ojos, parpados y cuero cabelludo... ¿los proteges correctamente del sol?

Pese al conocimiento que se le presupone a la población general con respecto a los riesgos de exponerse al sol sin protección- especialmente en países como España, con una media de 300 días con sol al año- aún hay partes del cuerpo que pasan más desapercibidas que otras a la hora de protegernos.

Es el caso del ojo y los párpados, zonas especialmente sensibles al daño solar, su desprotección influye en el desarrollo de diferentes tipos de tumores, como carcinomas escamosos y basocelulares o melanomas, según informa MD Anderson Cancer Center. El diagnóstico tardío puede complicar el tratamiento de un posible tumor o comprometer una cirugía. Por ello, hay que estar pendiente cualquier lesión pigmentada que pique o moleste en cualquier parte del cuerpo, pero en la cara más aún. A pesar de que sean lesiones pequeñas, si no se resuelven al cabo de días, no es algo que se deba pasar por alto. También es clave proteger siempre la lesión de la exposición solar.

Con un diagnóstico precoz o una buena intervención quirúrgica, ninguno de estos tumores debería poner en peligro la vida del paciente. “Aunque todos son tumores malignos cuyo daño extremo es la muerte del paciente, los carcinomas escamosos o basocelulares no suelen ser tan agresivos. Aun así, es vital realizar un diagnóstico precoz y aplicar una cirugía adecuada para su extracción, con márgenes suficientes para impedir una futura proliferación. Cuanto más tarde se realice el diagnóstico, mayor riesgo habrá de tener que realizar cirugías más profundas y comprometidas”, explica María Pilar López Criado, oncóloga médica y jefa de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y cuello y Melanoma del centro.

La mejor manera de proteger y cuidar la mirada de la radiación ultravioleta es utilizando gafas con un filtro solar adecuado. También se puede incorporar a la rutina el uso de sombreros o gorras que ocultan la cara del sol.

Melanomas en los ojos: menos frecuentes, pero con más riesgo de mortalidad

A este tipo de tumores se suman los melanomas, que también pueden aparecer en la zona de los ojos. “Un melanoma que no diagnosticas a tiempo y que no resuelves, sí es una enfermedad con una alta potencialidad de metástasis y con alto riesgo”, amplía la especialista. Por otro lado, en los ojos también se pueden diagnosticar tumores menos comunes, como el melanoma en el polo anterior. También existe el melanoma de coroides o melanoma coroideo, ubicado en el polo posterior del ojo, y que es más frecuente en personas de piel y ojos claros. En ambos casos, recuerda la experta, “la mejor protección es el uso de gafas de sol, sobre todo en las horas centrales del día”.

El cuero cabelludo también sufre el daño acumulativo del sol

López Criado resalta a su vez la importancia de proteger por completo el rostro y la cabeza del sol, ya que en áreas como el cuero cabelludo también se pueden desarrollar melanomas. Así, detalla que, en ocasiones, los pacientes llegan al hospital con un tumor avanzado en el cuero cabelludo, ya que el cabello tiende a ocultar la presencia de pigmentaciones y demora el diagnóstico a través del dermatólogo. En este sentido, los peluqueros son los que en caso de detectar esos cambios de pigmentación en sus clientes aconsejan una visita al especialista.