
Avance médico
Sin pastillas ni operaciones complicadas: un nuevo tratamiento alivia la artrosis de rodilla en menos de 2 horas
En el ensayo clínico, más del 60 % de los 25 pacientes tratados experimentaron una mejoría importante al cabo de un año

La artrosis es la primera causa de incapacidad laboral en España. Casi el 75% de las personas mayores de 55 años la padecen. El problema es que el dolor que genera esta enfermedad va cada vez a más y no tiene cura. Como la artrosis desgasta el cartílago que protege las articulaciones y la única opción de tratamiento es controlar la molestia con medicamentos o realizar intervenciones quirúrgicas. Pero hay personas que no se pueden operar por edad o por factores de riesgo como la obesidad, diabetes no controlada, problemas cardíacos o tabaquismo.
Ahora, un equipo de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (NYU Langone Health) ha demostrado que una cirugía sencilla, realizada en menos de dos horas y bajo sedación ligera, puede reducir de forma significativa el dolor crónico de rodilla causado por la artrosis.
Según el último estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizado en 2019, alrededor de 528 millones de personas en todo el mundo tenían artrosis. Esto supone un aumento del 113% desde 1990. El número continúa una tendencia ascendente. Cada año se diagnostican en EE UU unos 24 millones de casos de artrosis de rodilla, y se espera que la cifra aumente con el envejecimiento de la población.
"Hay una necesidad urgente de tratamientos alternativos y menos invasivos para la artrosis", expone Ryan Hickey, radiólogo intervencionista y coautor del trabajo. El especialista explica por qué su descubrimiento es importante.
Para ello hay que comprender que, en la artrosis, el desgaste progresivo de la articulación provoca inflamación. Eso estimula el crecimiento de pequeños vasos sanguíneos (angiogénesis) y aumenta el flujo sanguíneo hacia la rodilla. Esto, a su vez, lleva células inmunitarias al área, alimentando la inflamación y el dolor.
El procedimiento estudiado, llamado embolización de la arteria genicular, interrumpe ese flujo sanguíneo anómalo y evita que las células inflamatorias lleguen al tejido afectado.
Cómo funciona esta cirugía para la artrosis de rodilla
Durante la intervención, los radiólogos intervencionistas introducen, mediante una sonda guiada por imagen, pequeñas esferas químicas (hidrogeles biocompatibles) para bloquear el flujo en varias arterias que nutren el revestimiento sinovial de la rodilla. En el estudio, más del 60 % de los 25 pacientes tratados experimentaron una mejoría importante al cabo de un año.
"Nuestro estudio muestra que la embolización de la arteria genicular es un tratamiento seguro y eficaz, mínimamente invasivo, para quienes sufren dolor de rodilla moderado o intenso por artrosis", manifiesta Hickey. No solo eso: "Este trabajo también proporciona pruebas de que la embolización podría estar ofreciendo algo más que alivio del dolor y podría estar modificando el propio proceso de la enfermedad".
Hickey añade que este procedimiento es especialmente adecuado para personas que aún no están listas para una prótesis de rodilla o que no pueden operarse. En el estudio, la técnica se realizó en pacientes de entre 50 y 78 años, todos diagnosticados con artrosis moderada o grave de rodilla y sin respuesta a tratamientos convencionales como inyecciones de corticoides, aspiración de líquido articular, plasma rico en plaquetas o fisioterapia.
Mejorías sorprendentes
Los análisis de sangre desvelaron mejorías sorprendentes. Entre los hallazgos más destacados figuran descensos notables los niveles sanguíneos de factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) —en promedio un 12 % menos— y del antagonista del receptor de interleucina 1 (IL-1Ra) —un 15 % menos—, ambos relacionados con procesos inflamatorios y cambios estructurales en la articulación.
"Nuestra investigación sugiere que las disminuciones del factor de crecimiento endotelial vascular podrían servir como un biomarcador valioso para determinar el éxito de la embolización, ofreciendo un criterio objetivo muy necesario para medir su eficacia", señala el investigador principal, Bedros Taslakian.
Taslakian apunta que, si estudios clínicos más amplios confirman estos resultados, la embolización de la arteria genicular podría ralentizar la progresión de la artrosis al reducir estos mediadores inflamatorios.
No se observaron efectos secundarios relevantes así que, a partir de aquí, el equipo de NYU Langone planea seguir investigando cómo esta técnica reduce la inflamación y qué pacientes podrían beneficiarse más de ella, así como la duración de sus efectos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar