Opinión
Permanecer durante horas bajo el sol es un error
Estar ocho horas bajo el astro rey en una playa no tiene sentido
Hemos llegado a la convicción de que los protectores solares son fundamentales cuando vamos a la playa. Lo son, sí, siempre que alguien quiera cometer el error de estar bajo el sol de agosto durante horas. Pero hay que saber que los protectores tampoco son maravillosos. Compuestos por lo general por oxibenzona, avobenzona, octisalato y octilmetoxicinamato, amén del óxido de zinc y dióxido de titanio, son químicos que actúan como barrera, pero contaminan.
Estar ocho horas bajo el astro rey en una playa no tiene sentido. Tomar algo de sol es bueno. Tomarlo en exceso, malo. Las soluciones naturales frente al sol son: la sombra, proteger la piel con ropa, llevar sombrero, evitar la exposición prolongada, utilizar protectores naturales como la rosa mosqueta, el aceite de germen de trigo, el de aguacate o el coco. Naturales y biodegradables. No contaminan. Pero ninguno está pensado para permanecer horas bajo el sol.
El sol es necesario para producir vitamina D, esencial para nuestros huesos. Las cremas impiden la entrada de vitamina D. Por eso hay que tomar sol cada día unos minutos sin protección. Diez es lo ideal, 20 mucho: es exponerse al melanoma.
Hasta hace poco la mayoría de los protectores solo bloqueaban la radiación UVB, que provoca quemaduras, dando la sensación de que podíamos exponernos un tiempo ilimitado, pero sin proteger de la radicación UVA, que aumenta el riesgo de arrugas, envejecimiento cutáneo y cáncer. Tales protectores trasladaron la sensación de estar falsamente protegidos. No se quemaban, pero su piel envejecía. Tan perjudicial es la heliofobia como la adicción al broceado. La fobia al sol ha llevado a una epidemia global de falta de vitamina D, de consecuencias lamentables. La adicción provoca exposición exagerada, tan perniciosa como lo anterior.
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