Dermatología

La piel artificial desarrollada por cientificos españoles demuestra eficacia en pacientes con grandes quemaduras

UGRSKIN, diseñada por investigadores de la Universidad de Granada se integra rápidamente en el tejido del paciente, sin generar ningún efecto secundario o complicaciones relevantes

Piel artificial en el antebrazo de Álvaro Prieto
Alvaro Trigo muestra su antebrazo, una de las partes de su cuerpo donde le injertaron piel artificial hace 6 años Universidad de Granada Universidad de Granada

El tratamiento de los pacientes grandes quemados supone un reto sanitario de primer orden. A pesar del desarrollo de la medicina actual, la supervivencia de los pacientes que sufren quemaduras profundas en amplias extensiones de su cuerpo es aún muy escasa, por lo que es necesario desarrollar nuevos tratamientos realmente eficaces para estos casos, como es el caso de UGRSKIN, la piel artificial diseñada en la Universidad de Granada (UGR).

El Grupo de Ingeniería Tisular del departamento de Histología de la Facultad de Medicina de la UGR y del Instituto de Investigación Biosanitaria (IBS) de Granada, que es pionero en el diseño y la fabricación de tejidos artificiales humanos, inventó y publicó en 2012 un modelo de piel artificial basado en células de la piel humana y biomateriales naturales diseñados por el propio grupo de investigación.

El grupo logró demostrar la eficacia de este modelo de piel en animales de experimentación y, porteriormente, desarrollar todos los controles de calidad necesarios para la caracterización de dicho modelo, según los requerimientos de las distintas agencias del medicamento.

Tras demostrar la utilidad potencial de UGRSKIN, el grupo de la UGR logró, en estrecha colaboración con la Red Andaluza de diseño y traslación de Terapias Avanzadas (RAdytTA) de la Junta de Andalucía, la fabricación de esta piel artificial en calidad farmacéutica para su uso como medicamento de terapias avanzadas de acuerdo con la normativa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), cumpliendo todos los estándares de calidad existentes en Europa.

De este modo, y una vez aprobada por la AEMPS, en 2016 se utilizó por primera vez esta piel artificial para tratar a una paciente que presentaba graves quemaduras en el 70% de su superficie corporal en la Unidad de Quemados de referencia de Andalucía, localizada en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, con buenos resultados. Desde entonces, se han tratado un total de 15 pacientes (8 adultos y 4 niños), con una supervivencia global cercana al 80%.

En una rueda de prensa celebrada esta mañana en la Facultad de Medicina de la UGR, el equipo de investigación ha presentado el seguimiento y el análisis histológico de los 12 primeros pacientes tratados con UGRSKIN, que ha dado lugar al artículo científico, publicado en la revista de alto impacto Bioengineering and Translational medicine.

“Una vez implantado, el modelo UGRSKIN se integró rápidamente en el tejido del paciente, mostrando una epidermis muy similar a la epidermis humana normal desde los primeros momentos que, por tanto, contribuye a la protección del paciente frente a posibles patógenos externos. Asimismo, la dermis del tejido implantado fue capaz de remodelarle progresivamente hasta hacerse histológicamente análoga a la dermis normal a partir del segundo mes de evolución del implante”, ha destacado Miguel Alaminos, profesor del departamento de Histología de la Facultad de Medicina de la UGR:

No hay montaña demasiado alta

Los pacientes tratados con la piel artificial UGRSKIN no sólo han logrado mejorar su calidad de vida, sino que, algunos de ellos, han logrado superar retos y dificultades tales como el ascenso a altas montañas y competiciones deportivas de elevado esfuerzo.

Es el caso ha asistido Álvaro Trigo Puig, uno de los pacientes a los que se implantó la piel artificial hace seis años. Álvaro es un joven madrileño de 28 años que en 2018 sufrió quemaduras en el 63% de su piel tras un grave incendio. Debido a las heridas, estuvo en coma 10 días y permaneció cuatro meses ingresado en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Tras implantarse la piel artificial diseñada en la UGR ha organizado y llevado a cabo proyectos solidarios deportivos de larga distancia. Entre otros, ha escalado el Kilimanjaro y el Mont Blanc; cruzado a nado el Estrecho de Gibraltar y el trayecto entre Formentera e Ibiza o nadado desde las islas Cíes a Vigo con los pies encadenados.