Alarma médica
La píldora anticonceptiva más usada puede aumentar el riesgo de tumor cerebral, alerta un estudio
Es el primer trabajo que evalúa el riesgo asociado a los medicamentos hormonales progestágenos, utilizados por millones de mujeres en todo el mundo
Una pastilla anticonceptiva oral, conocida popularmente como "la píldora", es un medicamento que contiene diversas hormonas con la finalidad de evitar un embarazo no deseado. Hay varios tipos, pero la píldora anticonceptiva más común es la combinada, que contiene dos formas de hormonas artificiales: estrógeno y progestina.
Esta última es un tipo de progestágeno producido en el laboratorio, que provoca efectos biológicos similares a progesterona, una hormona femenina natural. Los progestágenos se utilizan en patologías ginecológicas como la endometriosis y el síndrome de ovario poliquístico, así como en la terapia hormonal de la menopausia. Además, son ampliamente usados en píldoras anticonceptivas. ¿El problema?
Un nuevo estudio científico alerta de que el uso prolongado de ciertos fármacos hormonales progestágenos se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar un tipo de tumor cerebral conocido como meningioma intracraneal, según un estudio realizado en Francia y publicado este miércoles en la revista médica The BMJ.
Los investigadores han analizado los datos de más de 100.000 mujeres, en un amplio trabajo que además es el primero que evalúa el riesgo asociado a los progestágenos utilizados por millones de mujeres en todo el mundo. Por lo tanto, apuntan que se necesitan «urgentemente» más estudios para comprender mejor este riesgo.
¿Qué es un meningioma?
Los meningiomas son en su mayoría tumores benignos no cancerosos de las capas de tejido (meninges) que recubren el cerebro y la médula espinal. Hasta ahora, se conocía que factores como la edad avanzada, el sexo femenino y la exposición a tres dosis elevadas de progestágenos (nomegestrol, clormadinona y acetato de ciproterona) aumentan el riesgo de meningioma.
Sin embargo, hay muchos otros progestágenos para los que no se había estimado individualmente el riesgo de meningioma asociado a su uso. Para paliar esta laguna de conocimiento, los investigadores se propusieron evaluar el riesgo real de meningioma intracraneal que requiere cirugía en mujeres, asociado al uso de varios progestágenos con diferentes vías de administración.
Para ello, utilizaron datos del sistema nacional de datos de salud francés para 18.061 mujeres con una edad media 58 años, que se sometieron a cirugía de meningioma intracraneal entre 2009 y 2018. Cada caso se emparejó con cinco mujeres de control que no tenían meningioma intracraneal (en total, 90.305) por año de nacimiento y zona de residencia.
Los progestágenos examinados fueron progesterona, hidroxiprogesterona, didrogesterona, medrogestona, acetato de medroxiprogesterona, promegestona, dienogest y sistemas intrauterinos de levonorgestrel. Para cada progestágeno, el uso se definió como al menos una prescripción en el año anterior al ingreso hospitalario o en un plazo de 3-5 años para los sistemas intrauterinos de levonorgestrel.
También se registró el uso de al menos uno de los tres progestágenos de dosis alta conocidos por aumentar el riesgo de meningioma en los 3 años anteriores al ingreso hospitalario para minimizar el sesgo. Tras tener en cuenta otros factores potencialmente influyentes, los resultados fueron los siguientes:
- El uso prolongado (un año o más) de medrogestona se asoció con un riesgo 4,1 veces mayor de meningioma intracraneal que requiriera cirugía.
- El uso prolongado de acetato de medroxiprogesterona inyectable se asoció a un riesgo 5,6 veces mayor.
- El uso prolongado de promegestona se relacionó con un riesgo 2,7 veces mayor.
No parecía existir tal riesgo en el caso de menos de un año de uso de estos progestágenos. Como cabía esperar, también hubo un exceso de riesgo de meningioma en las mujeres expuestas a los tres progestágenos que ya se habían relacionado con este aumento (acetato de clormadinona, nomegestrol y ciproterona).
Sin embargo, los resultados no mostraron un riesgo excesivo de meningioma en el caso de la progesterona, la dydrogesterona o los sistemas intrauterinos hormonales ampliamente utilizados, independientemente de la dosis de levonorgestrel que contuvieran. No se pudieron extraer conclusiones sobre el dienogest o la hidroxiprogesterona, ya que el número de individuos expuestos era demasiado pequeño.
Los autores afirman que hay que tener presente que se trata de un estudio observacional, por lo que no se puede establecer una relación de causa y efecto. Los investigadores también reconocen que la base de datos francesa carecía de información sobre todos los detalles clínicos e indicaciones médicas para las que se prescriben los progestágenos. Tampoco pudieron tener en cuenta la predisposición genética y la exposición a altas dosis de radiación.
Sin embargo, señalan, dado que se calcula que 74 millones de mujeres en todo el mundo utilizan el acetato de medroxiprogesterona como anticonceptivo, el número de meningiomas atribuibles puede ser potencialmente elevado. Para comprender mejor este riesgo, concluyen, se necesitan con urgencia nuevos estudios que utilicen otras fuentes de datos.
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