El popular medicamento que podría reducir el riesgo de padecer alzhéimer

El reposicionamiento de medicamentos es una alternativa a la estrategia tradicional de búsqueda de nuevas moléculas con potencial terapéutico. Esta vía y la reformulación de fármacos son dos de las opciones con más impacto y utilidad en las que trabajan tanto la comunidad científica como la industria farmacéutica para acelerar los plazos y reducir los elevados costes de la producción de nuevos fármacos.

La clave de esta estrategia está en el principio básico de que la mayoría de las moléculas interactúan con múltiples dianas o vías de señalización. Estas interacciones pueden ser las responsables de los efectos secundarios de un medicamento pero, en algunos casos, la interacción con una diana secundaria podría producir un efecto deseable para el tratamiento de otra enfermedad.

Este es el caso de un grupo de fármacos, llamados inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (entre los que se encuentran Viagra y similares) , que se usan para tratar la disfunción eréctil. Estas moléculas funcionan dilatando los vasos sanguíneos para permitir que fluya más sangre. Bien, pues una investigación publicada recientemente en la revista Neurology evidencia que el uso de estos medicamentos podría asociarse a un menor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

“En el momento actual, los inhibidores de la fosfodiesterasa 5 son el principal tratamiento para los pacientes con problemas de erección. Sin embargo, estos hallazgos son reveladores y podrían servir para la reutilización de medicamentos en un futuro”, explica François Peinado, urólogo y andrólogo, especialista en salud sexual masculina, jefe de servicio del centro médico-quirúrgico Olympia, del Complejo hospitalario Ruber Juan Bravo.

De hecho, el principio activo de estos medicamentos, el sildenafilo, "se desarrolló originalmente para el tratamiento de la hipertensión y la angina de pecho", explica el experto. Y añade que, “aunque ya investigaciones previas en modelos animales habían sugerido el potencial de los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 como agentes preventivos de la enfermedad de Alzheimer, la evidencia en humanos hasta la fecha había sido limitada y poco concluyente, de ahí la importancia de estos hallazgos”.

De los 269.725 hombres incluidos en el estudio, se registraron 1.119 nuevos casos de alzhéimer durante un seguimiento medio de 5 años. Los resultados mostraron una reducción significativa del riesgo de la enfermedad entre aquellos que iniciaron tratamiento con los inhibidores en comparación con los que no lo utilizaron. Además, se observó una disminución del 18% del riesgo asociado de alzhéimer en aquellos individuos que recibieron más de 20 recetas de estos medicamentos, y que se incrementó para los hombres con más de 50 recetas prescritas.

Sin embargo, "se necesitan más investigaciones para validar estos resultados y comprender mejor los mecanismos subyacentes de esta asociación. Se justifica un ensayo controlado aleatorio con participantes masculinos y femeninos para determinar si estos hallazgos se aplicarían también a las mujeres", señalaron los investigadores.