Prohibir los vapeadores

Voy a enviar una iniciativa de ley para prohibir los vapeadores, porque no voy a ser cómplice de algo que les hace un gravísimo daño a los jóvenes, les acaba todo su sistema respiratorio. Y están de por medio muchos intereses, mucho dinero». Con esta contundencia el presidente de México anunció recientemente que prepara la prohibición de vapeadores antes de 2024. Por otro lado, también Australia prohibirá la importación de vapeadores desechables de un solo uso a partir del 1 de enero.

Aunque puedan parecer medidas pioneras, la realidad es que 32 países más los han prohibido ya. Y otros 79 han adoptado prohibiciones parciales de su uso. La recomendación de la OMS es legislar para evitar que los no fumadores empiecen a vapear e impedir que el hábito de fumar, en cualquier de sus formatos, vuelva a normalizarse.

Detrás de ello está el intento de frenar el creciente uso de los vapeadores entre los jóvenes, y, más grave aún, en la infancia. Lo que la industria vendió como una forma de «ayudar» a los fumadores a dejar de fumar, en realidad ha sido una reconversión del mercado del tabaco que ha dado un paso más allá que el cigarrillo convencional, saltándose cualquier filtro ético, dirigiéndose a la infancia y la adolescencia como un elemento recreativo.

Ahora en los diferentes países los menores se están volviendo adictos al vapeador y ya empiezan a reflejarse los primeros efectos nocivos para la salud. Las tabaqueras con la gama infantil de producto invierten doblemente, a presente y a futuro, ya que quienes vapean tienen tres veces más posibilidades de terminar fumando.

Mientras llega una legislación que otorgue mayor protección, por favor, que los vapeadores no se conviertan en el «regalo estrella» de estas Navidades entre niños y jóvenes.