Bienestar

¿Puede ser contraproducente esforzarnos al máximo? Esto dice la ciencia

Según un estudio, la fatiga mental puede resultar todavía más agotadora que el ejercicio físico

Un alumno universitario estudiando
Un alumno universitario estudiandoJUNTA DE ANDALUCÍAJUNTA DE ANDALUCÍA

Poner nuestro mejor esfuerzo es una premisa valiosa, pero es crucial conocer los límites que nuestro cuerpo puede soportar. La fatiga mental, tan intensa como el ejercicio físico, puede generar agotamiento extremo. La fatiga muscular se presenta cuando los músculos no pueden continuar con la actividad física, manifestándose con sensación de pesadez, aumento del ritmo cardíaco y respiratorio, e incluso ansiedad. Este agotamiento resulta de factores como la condición física, la edad, la alimentación y predisposición genética.

El calcio, esencial para la contracción muscular, juega un papel fundamental. La fatiga muscular puede deberse a la reducción de calcio por almacenamiento de ácido láctico, falta de glucógeno o deshidratación. A medida que la intensidad deportiva aumenta, se genera ácido láctico, llevando a la acidosis metabólica y agotando la energía almacenada. La fibromialgia, enfermedad crónica que causa dolor y cansancio muscular, destaca por afectar tejidos blandos del cuerpo sin inflamación articular, según la Clínica Universidad de Navarra.

Un estudio científico exploró la relación entre la fatiga mental y física. Se sometió a un grupo a tareas intelectuales y se comparó su rendimiento físico con un día sin fatiga mental. A pesar de dormir y alimentarse igual en ambos casos, los participantes con fatiga mental se fatigaron un 15% antes en la prueba de ejercicio físico.

La fatiga mental parece impactar la percepción del esfuerzo en el cerebro. Los investigadores sugieren que podría afectar la inhibición cerebral contra el agotamiento o influir en la dopamina, neurotransmisor esencial para la motivación y el esfuerzo. Es decir, la fatiga mental puede resultar más agotadora que el esfuerzo físico, activando áreas cerebrales prefrontales responsables de intensificar las molestias en situaciones de agotamiento intelectual.