Parto respetuoso
¿En qué consiste la cesárea humanizada?
El 70% de las madres elige este protocolo, frente al convencional, cuando no es posible el parto vaginal
El 70% de las madres elige la cesárea acompañada- o humanizada- en lugar de la cesárea convencional, cuando el parto vaginal no es posible. Se trata de una "alternativa segura y efectiva", mediante la que se logra un vínculo más estrecho y directo entre el recién nacido y los padres, que viven juntos esta experiencia, según indica el coordinador del Servicio de Matronas del Hospital Quirónsalud Córdoba, Antonio Rivera.
El experto explica que la cesárea es "un procedimiento quirúrgico utilizado para el parto en el que el bebé nace a través de una incisión en el abdomen de la madre en el segmento inferior del útero y que se realiza cuando el parto vaginal no es viable o se considera demasiado arriesgado para la madre o el bebé".
Hay varias razones por las que una cesárea puede ser necesaria, como falta de progreso de parto, sufrimiento fetal o complicaciones de salud de la madre, entre otras. También puede ser planificada en casos de embarazos múltiples, presentación anormal del bebé o cirugías previas en el área pélvica y a veces es la única vía posible para salvaguardar la seguridad de la madre o el bebé durante el proceso de parto.
El coordinador de Matronas destaca que la cesárea es "un procedimiento que puede convertirse en una experiencia de parto positiva", por lo que son "cada vez más las mujeres que desean ser dueñas de ese momento y vivirlo de la forma más natural y pausada posible, además de estar acompañadas por sus parejas".
Con este fin surge la cesárea humanizada, que logra "un contacto muy íntimo entre el bebé y sus padres". El objetivo principal de la esta cesárea consiste en lograr que este procedimiento quirúrgico sea "lo más humano posible, incorporando, para ello, elementos naturales en el proceso, como la participación de la pareja y se afianza el vínculo entre la madre, el recién nacido y el padre".
"El protocolo piel con piel precoz tiene múltiples beneficios tanto para la madre como para el padre y el neonato, por lo que las pacientes que precisan cesárea programada, electivas o no urgentes pueden optar por esta opción de humanización del nacimiento en el proceso quirúrgico, siendo la opción más elegida, cuando no se puede optar por el parto vaginal", señala el experto.
La madre como centro del proceso
Con este procedimiento el enfoque del parto es diferente, con el objetivo de proporcionar una experiencia más personalizada y respetuosa para la madre y el bebé. A diferencia de la cesárea tradicional, la humanizada y acompañada aporta valor al bienestar emocional y físico de la madre y el bebé durante el procedimiento y después del mismo, sin olvidar la seguridad y el respeto en todo momento.
Entre los beneficios de este tipo de cesárea se encuentran que la madre es el centro de proceso, lo que hace que sienta un mayor control sobre su experiencia de parto; se establece un vínculo temprano entre madre y bebé ya que se permite que ambos permanezcan en contacto piel con piel inmediatamente después del nacimiento, lo que puede ayudar a estimular la lactancia materna. Además, se minimiza el estrés y la ansiedad durante el procedimiento y se reduce el dolor, teniendo una recuperación más rápida.
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