Qué es la diverticulitis, la inflamación intestinal que se debe de vigilar

La diverticulitis es una afección del intestino grueso que puede causar inflamación, dolor abdominal intenso y otros síntomas desagradables. Esta enfermedad ocurre cuando se forman pequeñas bolsas o sacos llamados divertículos en la pared del colon, y estos se inflaman o infectan.

Los divertículos son comunes, especialmente a medida que envejecemos, y la mayoría de las personas que los tienen no experimentan ningún síntoma. Sin embargo, en algunos casos, los divertículos pueden volverse inflamados o infectados, lo que lleva a la diverticulitis.

Causas y síntomas

Las causas exactas de la diverticulitis no se comprenden completamente, pero se cree que factores como la genética, la dieta baja en fibra, el estreñimiento crónico y el envejecimiento pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Los síntomas de la diverticulitis pueden variar desde leves hasta graves e incluyen dolor abdominal en el lado izquierdo, sensibilidad al tacto en el abdomen, fiebre, náuseas, vómitos, cambios en los hábitos intestinales y sangre en las heces.

Tratamiento

El diagnóstico de la diverticulitis generalmente se realiza mediante la combinación de la historia clínica del paciente, un examen físico y pruebas como análisis de sangre, tomografía computarizada (TC) o colonoscopia.

El tratamiento de la diverticulitis puede incluir cambios en la dieta, como aumentar la ingesta de fibra, y medicamentos como antibióticos para tratar la infección. En casos más graves o recurrentes, puede ser necesario recurrir a procedimientos quirúrgicos para extirpar los divertículos inflamados o dañados.

Es importante vigilar de cerca la diverticulitis y buscar atención médica si se experimentan síntomas como dolor abdominal intenso, fiebre alta o sangrado rectal, ya que estos pueden ser signos de complicaciones graves que requieren tratamiento urgente.

En definitiva, la diverticulitis es una enfermedad del intestino que puede causar síntomas graves y requiere atención médica adecuada. Mantener una dieta saludable y consultar regularmente a un médico puede ayudar a prevenir y manejar esta afección de manera efectiva.