Alerta

¿Qué es la legionela? La enfermedad que ha causado un brote y una muerte en Cáceres

Estas bacterias, que se propagan a través del agua de las fuentes o de bañeras de hidromasaje, son capaces de provocar neumonías potencialmente mortales

Una mujer se refresca en una fuente del patio de los naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba
Una mujer se refresca en una fuente del patio de los naranjos de la Mezquita-Catedral de CórdobaEfeAgencia EFE

Los organismos sanitarios españoles permanecen en alerta tras detectar un brote de legionela en la ciudad de Cáceres. La enfermedad se ha saldado, por el momento, con una muerte y seis personas permanecen hospitalizadas en la capital extremeña.

Este es el motivo por el que la semana pasada se clausuraron ocho fuentes públicas en Cáceres, tras haberse hallado la bacteria de la legionela en unos análisis preventivos. Los controles sanitarios continúan, tanto en las fuentes de la ciudad como en los sistemas de riego.

Cabe recordar que el 23 de agosto también se informó de un brote de legionela en Albertic (Valencia), que afectó a otras 15 personas de las cuales tres fueron hospitalizadas. El año pasado los fallecidos por legionela en Cáceres ascendieron a cuatro y también se notificaron casos en Castilla y León.

Con estos datos, muchos ciudadanos se preguntarán qué es la legionela, cómo evitarla y cuáles son sus síntomas.

¿Qué es la legionela?

Legionela es el nombre común de las bacterias del género Legionella, que pueden causar un tipo grave de neumonía llamado enfermedad del legionario. Estos microorganismos suelen habitar naturalmente en los ambientes de agua dulce, como lagos y arroyos.

No obstante, la legionela puede convertirse en un motivo de preocupación para la salud de la sociedad cuando se multiplican y propagan en los sistemas de agua artificiales. Esto se debe a que las bacterias también pueden hallarse en aguas estancadas de uso humano con temperaturas que, por lo general, superan los 35 grados centígrados.

Así, las bacterias de esta familia pueden encontrar condiciones ideales para reproducirse en los sistemas de abastecimiento y distribución de agua de las grandes ciudades, especialmente durante la época de verano y, en concreto, en agosto.

La legionelosis o la enfermedad del legionario no se presenta siempre igual en cuanto a su gravedad. De hecho, puede ir desde infecciones leves que cursan con fiebre hasta algunas formas de neumonía (infección de los pulmones) potencialmente mortales, tal y como apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Causas y cómo evitar infectarse por legionela

Como hemos visto, las bacterias de legionela pueden propagarse en los sistemas de agua de los edificios o de las ciudades y propagarse a las personas. Por ejemplo, pueden hallarse en cabezales de ducha y grifos de lavamanos, bañeras de hidromasaje, fuentes y accesorios decorativos con agua, tanques de agua caliente o grandes sistemas de tuberías.

El agua que contiene legionela puede dispersarse en forma de gotitas muy pequeñas que pueden ser inhaladas por las personas. Este es el modo más común de contraer la enfermedad.

Otra forma menos probable de infección es aspirar agua potable, es decir, cuando al beber agua ésta entra accidentalmente a los pulmones. Entre las personas con mayor riesgo de aspirarlas se encuentran las que tienen dificultades para tragar.

Por lo general, la enfermedad del legionario no se contagia de una persona a otra, aunque se han dado algunos casos clínicos en circunstancias excepcionales.

Síntomas de la legionela

La enfermedad del legionario presenta síntomas, como fiebre, tos, escalofríos o dolores musculares. También pueden darse dolores de cabeza. Otros signos asociados a la legionela son la diarrea, las náuseas o la confusión.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, los síntomas generalmente aparecen entre 2 y 14 días después de la exposición a las bacterias, pero podrían tardar más tiempo.

Los expertos aconsejan que si se presentan síntomas de neumonía, se acuda a un médico lo antes posible. Del mismo modo, se recomienda comunicarle la posibilidad de que haber estado expuesto a las bacterias de la legionela si se bañó en una bañera de hidromasaje u otras fuentes de infección.

La mayoría de las personas sanas que se exponen a las bacterias legionella no se enferman. No obstante, hay personas que corren un mayor riesgo de infección.

Entre ellas encontramos personas de 50 años o más, las personas fumadoras o exfumadoras, las que cuentan con alguna enfermedad pulmonar crónica, las que tienen el sistema inmunitario debilitado o toman medicamentos que lo debilitan, las personas con cáncer o las personas con enfermedades subyacentes como diabetes, insuficiencia renal o insuficiencia hepática.