
Salud
¿Por qué las mujeres viven más que los hombres? La ciencia responde
Un estudio rastrea las raíces evolutivas de la brecha de esperanza de vida entre mujeres y hombres

Las estadísticas así lo confirman. En todo el mundo, las mujeres viven, de media, más que los hombres. Este sorprendente patrón se observa en casi todos los países y períodos históricos. Si bien la brecha entre los sexos se ha reducido en algunos países gracias a los avances médicos y a la mejora de las condiciones de vida, una nueva investigación proporciona pistas sobre por qué es improbable que esta diferencia desaparezca pronto: las causas están profundamente arraigadas en la historia evolutiva y se pueden observar en muchas especies animales.
En concreto, un equipo internacional dirigido por científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, junto con 15 coautores de todo el mundo, ha realizado el análisis más exhaustivo hasta la fecha sobre las diferencias de esperanza de vida entre los sexos en mamíferos y aves. Sus hallazgos, publicados ahora en la revista científica "Science Advances" aportan una nueva perspectiva sobre uno de los enigmas más antiguos de la biología: por qué los machos y las hembras envejecen de forma diferente.
¿Una cuestión de cromosomas?
En los mamíferos, las hembras suelen vivir más; por ejemplo, en los babuinos y gorilas, las hembras suelen sobrevivir a los machos. Sin embargo, este patrón no es universal: en muchas aves, insectos y reptiles, los machos son el sexo más longevo. Una explicación genética, la hipótesis del sexo heterogamético, apunta a diferencias en los cromosomas sexuales. En los mamíferos, las hembras tienen dos cromosomas X, mientras que los machos solo tienen un cromosoma X y un cromosoma Y (lo que los convierte en el sexo heterogamético). Algunas investigaciones sugieren que tener dos cromosomas X podría proteger a las hembras de mutaciones dañinas, lo que les ofrece una ventaja de supervivencia. En las aves, sin embargo, el sistema se invierte: las hembras son el sexo heterogamético.
Utilizando registros de más de 1.176 especies de aves y mamíferos en zoológicos de todo el mundo, los investigadores encontraron un marcado contraste en la esperanza de vida, lo que respalda la hipótesis del sexo heterogamético: en la mayoría de los mamíferos (72%), las hembras vivieron más tiempo, en promedio un 12%, mientras que en la mayoría de las especies de aves (68%), los machos vivieron más tiempo, en promedio un5%. Aun así, hubo una variación notable con muchas excepciones. "Algunas especies mostraron el patrón opuesto al esperado", afirma la autora principal, Johanna Stärk. "Por ejemplo, en muchas aves rapaces, las hembras son más grandes y más longevas que los machos. Por lo tanto, los cromosomas sexuales solo pueden ser una parte de la historia".
Otros factores
Además de la genética, las estrategias reproductivas también influyen. Mediante la selección sexual, los machos, en particular, desarrollan características destacadas como plumaje colorido, armas o gran tamaño corporal, que aumentan el éxito reproductivo, pero pueden acortar la longevidad. El nuevo estudio respalda esta suposición: en mamíferos polígamos con una fuerte competencia, los machos generalmente mueren antes que las hembras. Muchas aves, en cambio, son monógamas, lo que significa que la presión competitiva es menor y los machos suelen vivir más. En general, las diferencias fueron menores en las especies monógamas, mientras que la poligamia y las diferencias de tamaño pronunciadas se asociaron con una ventaja más pronunciada para las hembras.
El cuidado parental también influye. Los investigadores encontraron evidencia de que el sexo que más invierte en la crianza de las crías (en los mamíferos, estas suelen ser las hembras) tiende a vivir más. En especies longevas como los primates, es probable que esto represente una ventaja selectiva: las hembras sobreviven hasta que sus crías son independientes o alcanzan la madurez sexual.
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