Sanidad

¿Qué pasó con la evaluación de la gestión de la pandemia?

Más de tres años después de que el virus causante de la covid devastara nuestro país nada se sabe de ella

(I-D) La Secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón; la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias; el ministro de Sanidad, Salvador Illa; y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias -CCAES- Fernando Simón, participan en una reunión del Grupo Covid-19 para frenar la evolución de la pandemia en Madrid, en la Real Casa de Postas, Madrid (España), a 29 de septiembre de 2020.29 SEPTIEMBRE 2020Óscar J.Barroso / Europa Press29/09/2020
Fernando Simón, Salvador Illa y Carolina Darias durante una reunión en plena pandemiaÓscar J.BarrosoEuropa Press

La persona que sustituya a Carolina Darias al frente del Ministerio de Sanidad –será el quinto titular de esta cartera en una legislatura, se dice pronto– va a encontrarse con un montón de deberes por hacer y apenas tiempo para completarlos. Uno de los más importantes es la famosa evaluación de la gestión de la pandemia, que todavía duerme el sueño de los justos. La prometió primero Salvador Illa. Lo hizo más tarde la ministra canaria. Y más de tres años después de que el virus causante de la covid devastara nuestro país nada se sabe de ella. Tan solo, que hay una metodología evaluadora, lo que no habla bien ni del Ministerio de Sanidad, que fue el principal impulsor del examen tras la presión recibida de los expertos que publicaron sendos artículos críticos en «The Lancet», ni de los propios especialistas encargados de ponerla en marcha.

¿Por qué ese retraso? ¿No le interesa acaso al Gobierno que se refleje por escrito la desastrosa gestión que protagonizó durante las tres primeras olas, cuando Fernando Simón campaba a sus anchas, los materiales de protección brillaban por su ausencia y las decisiones en materia de salud pública eran contradictorias y tardías? El retraso en la evaluación del desempeño en la lucha contra esta enfermedad entronca con el que experimenta también la cacareada Agencia Estatal de Salud Pública. Tampoco parece de recibo que después de todo lo sucedido España carezca aún de este órgano llamado supuestamente a responder con mayor agilidad ante nuevas amenazas y evitar errores cometidos en el pasado, por mucho que parezcan ahora entrarle las prisas a Darias para activarla. Como para que eso ocurra hace falta aprobarla y redactar sus estatutos nadie da un duro porque funcione esta legislatura.