Prevención
¿Qué vacunas hay que ponerse en el embarazo y por qué son necesarias?
La inmunización en gestantes protege a la mujer, reduce problemas en el feto y evita patologías graves en el bebé
El embarazo es uno de los momentos más especiales de la vida de una mujer, pero también se convierte en uno de los más trascendentales en lo que a su salud se refiere. Cuidarse durante los nueve meses de gestación supone una responsabilidad para la futura mamá, pero también una generosa «obligación» para proteger la salud de su bebé. Comer de manera saludable, dormir las suficientes horas al día, reducir la carga de estrés o mantenerse activa son algunas de las «tareas» de la mujer en esta etapa, en la que también resulta imprescindible tener una correcta inmunidad a través de la vacunación, ya que eso protege tanto a la gestante como al bebé.
Si se está planeando un embarazo, «es importante que la mujer en edad fértil llegue a la gestación con todas las vacunas sistemáticas y recomendadas administradas, ya que eso puede evitar problemas futuros», asegura Inmaculada Cuesta, enfermera, matrona y secretaria de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (Anesvac).
Beneficios en la madre
La vacunación durante el embarazo no es una cuestión baladí, ya que aporta muchos beneficios, fundamentalmente en dos facetas, pues beneficia tanto a la mujer como al futuro bebé: «En primer lugar, protege a la embarazada, ya que la gestación es un periodo en el que se producen cambios fisiológicos en la fémina que incluyen modificaciones del sistema inmunitario (afectando a la respuesta inmune del organismo y provocando periodos de inmunomodulación –debido a la necesidad de tolerancia del feto– en el cual las gestantes son más susceptibles de padecer enfermedades infecciosas. Es lo que ocurre, por ejemplo, con infecciones respiratorias frecuentes como la gripe, la covid provocada por el SARS-CoV-2, el virus respiratorio sincitial (VRS) o la tosferina».
Protección para el bebé
En segundo lugar, inmunizarse durante la gestación también protege al feto, ya que esas enfermedades citadas previamente, si se tornan graves durante los nueve meses de embarazo podrían originar una malformación del bebé, aumentar el riesgo de aborto o precipitar un parto prematuro. «En concreto, se ha confirmado, por ejemplo, que la infección por el virus de la influenza durante el primer trimestre del embarazo puede desencadenar un mayor riesgo de aborto espontáneo, mientras que contagiarse en el último tramo del embarazo incrementa la probabilidad de tener un parto prematuro», recuerda María Garcés, pediatra en el Centro de Salud Nazaret (Valencia) y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP).
En este contexto, la inmunización de la mujer embarazada añade otro tercer beneficio, ya que «la potenciación de los anticuerpos que recibe la gestante con las vacunas es capaz de conferir inmunidad al recién nacido. Así, gracias al paso por la placenta de los anticuerpos maternos adquiridos con la vacunación de la mujer también se protege al recién nacido frente a enfermedades que pueden ser muy graves si aparecen durante los primeros meses de la vida del lactante, como por ejemplo la gripe, la tosferina, el VRS o la covid», asegura la doctora Garcés.
Peligrosos en lactantes
El impacto de las infecciones respiratorias en los recién nacidos está demostrado, sobre todo cuando infectan a lactantes o recién nacidos de apenas unos meses de vida. Los datos así lo confirman, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el VRS representa más del 60% de las infecciones respiratorias agudas en lactantes y en niños pequeños en todo el mundo. Por su parte, la tosferina, una enfermedad altamente contagiosa, también provoca graves secuelas en los lactantes, hasta el punto de elevar el riesgo de mortalidad en los menores de seis meses con cuadros de tos e infección respiratoria sin presentar fiebre. Y la gripe no se queda atrás, ya que este virus estacional presenta su mayor incidencia cada año en los menores de edad, siendo los lactantes también los que presentan mayor riesgo de hospitalización en caso de infección, con cuadros graves debido a la inmadurez del sistema inmune en estas etapas precoces.
Por todo ello, los expertos insisten en la necesidad de concienciar a los profesionales sanitarios para que informen correctamente a la gestante sobre su inmunización, pues no hay que olvidar que «la vacunación es un acto altruista que hace la madre para el recién nacido, precisamente pensando en ella, pero sobre todo en la protección del futuro bebé», añade Cuesta. Y es que «la seguridad y la eficacia de las vacunas durante la gestación están más que garantizadas. Tan solo hay que evitar las denominadas de virus vivos atenuados, como la triple vírica, la del sarampión, la de la varicela o la del herpes zóster, porque pueden tener cierto riesgo. La vacunación es la medida de protección más segura que tenemos a nuestra disposición», sentencia Garcés.
Claves
►Las vacunas indicadas por los especialistas en el embarazo son seguras y eficaces tanto para la mujer como para el feto.
►Durante la gestación se recomienda la inmunización con cuatro vacunas que protegen frente a enfermedades respiratorias como la gripe, la covid, la tosferina y el virus respiratorio sincitial.
►Según los especialistas, la lactancia no contraindica ninguna vacuna en la madre ni tampoco en el hijo amamantado.
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