Salud
Lo que los villancicos pueden hacer por las personas con alzhéimer
La Confederación Española de Alzheimer recomienda trabajar la estimulación cognitiva con elementos navideños tradicionales
El poder de un villancico puede ser mayor que el que le atribuya el imaginario colectivo o el enarbolado espíritu navideño. Puede ser positivo para las personas con demencia o alzhéimer. Antes de explicar por qué, debemos saber que para las personas con deterioro cognitivo y sus cuidadores/as, las reuniones familiares y los cambios de rutina que supone la llegada de la Navidad y las fiestas posteriores pueden conllevar momentos duros, estresantes y dolorosos.
Los pacientes con enfermedad de Alzheimer o demencia en su amplio espectro pueden sentir desorientación, confusión, miedo o enfado. Estos síntomas pueden agravarse por el hecho de compartir mesa y conversación con muchas personas y rostros distintos a los habituales. Además, esto puede generar preocupación o ansiedad en los familiares y en las personas que los cuidan habitualmente.
Por ello, tanto la Fundación Pasqual Maragall como la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) han publicado algunos consejos prácticos y recomendaciones, tanto para que los pacientes con deterioro cognitivo como sus familiares y cuidadores/as convivan con armonía en Navidad.
En primer lugar, CEAFA recomienda aprovechar para trabajar la estimulación cognitiva de los pacientes de alzheimer utilizando elementos navideños tradicionales, como los mencionados villancicos. La confederación recomienda escuchar música y canciones tradicionales, ya que tienen "un gran poder para evocar los recuerdos en las personas".
Estas piezas contribuyen a "ejercitar la memoria en personas que padecen algún tipo de patología cognitiva leve", comentan desde CEAFA. Además, varios estudios y proyectos con música sugieren la posibilidad de que las canciones que las personas con alzheimer o demencia escuchaban antes de padecer la enfermedad pueden evocar recuerdos, regular sus emociones, proporcionar confort y aliviar el estrés. Incluso pueden favorecer la comunicación, en algunos casos.
CEAFA también anima a ver fotografías antiguas y repasar álbumes, una de las actividades más habituales en las reuniones familiares navideñas. "Ver objetos y personas de la vida cotidiana de antaño hace que las personas con Alzheimer puedan contar y compartir experiencias del pasado, lo que hará que la se sientan escuchadas, potenciando su bienestar y estabilidad emocional", indican.
Por otro lado, desde CEAFA también destacan que "la cocina es un gran elemento de conexión y de trabajo terapéutico para las personas con deterioro cognitivo leve". Alimentos como las galletas, guisos o asados, implican una gran cantidad de aromas y sabores que evocan recuerdos de la infancia. Asimismo, otra de las recomendaciones que la confederación pone sobre la mesa es "implicar a la persona con Alzheimer en la decoración de la casa con guirnaldas", el Belén o el árbol, así como la práctica de juegos tradicionales de mesa, cartas o puzles.
Por último, CEAFA concluye que adaptar las celebraciones a la fase de la enfermedad es clave para el bienestar del paciente y los familiares. De esta manera, explican que se debe "tratar de asegurar el máximo bienestar de las personas con Alzheimer en unas épocas en las que se rompen rutinas y se visita a personas que no están familiarizadas con la enfermedad".
Consejos prácticos para pasar la Navidad con una persona con alzhéimer o demencia
Para tratar de que tanto las personas cuidadoras, el resto de los familiares y los propios pacientes de Alzheimer puedan disfrutar de la Navidad, la Fundación Pasqual Maragall recuerda una serie de consejos para ayudar a pasar estos días festivos de la manera más armoniosa posible y así procurar el bienestar de todos:
- Comunicarle a toda la familia, incluidas las personas jóvenes y niños/as cuál es el estado de la persona afectada. Es importante que conozcan su estado para actuar con prudencia, pero también de forma natural y sin temor.
- Colaborar con la persona o personas que la cuidan más habitualmente, para que puedan descansar durante las navidades, pues el Alzheimer es una enfermedad con un fuerte impacto en la estructura familiar y en el 80% de los casos, el rol de persona cuidadora recae en un miembro de la familia, que asume una media de 70 horas semanales de dedicación.
- Si la actividad genera confusión o melancolía en la persona enferma, cambiar de actividad por otra que la pueda animar. Asimismo, se recomienda respetar la rutina de comidas y hábitos de las personas con la enfermedad de Alzheimer u otras demencias para evitar que se sientan confusas y abrumadas.
- Cocinar un menú sencillo o habitual para esa persona, de forma que se evite que al paciente le cueste comer.
Además, la Fundación Pasqual Maragall recuerda que, al contrario de lo que se pueda creer, los niños y niñas, infantes y bebés son un estímulo positivo para las personas con alzheimer y deterioro cognitivo. No obstante, también señalan que hay que regular esa interacción si la energía de los jóvenes es muy alta y puede abrumar. Con todo, ambas entidades animan a pedir ayuda a familiares y organizaciones, y desean unas felices fiestas a los pacientes y a su entorno.
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