Cirugía

Reducen los riesgos quirúrgicos gracias al uso de la fluorescencia

Su uso en cirugía robótica o laparoscopia logra intervenciones más precisas y seguras que evitan riesgos para el paciente

Cirugía con fluorescente
Cirugía con fluorescenciaQUIRONSALUDQUIRONSALUD

El vertiginoso avance tecnológico que se ha experimentado en todo los ámbitos de la actividad humana en la última década, también ha tenido su aplicación en el entorno sanitario, en el que ha supuesto un gran salto cualitativo. En concreto, ha permitido que la cirugía de hoy en día sea cada vez más precisa y segura.

El uso de imágenes de fluorescencia, con la utilización del verde de indocianina (conocido por las siglas ICG), es una de las grandes novedades que se han incorporado para mejorar las intervenciones quirúrgicas. Se ha convertido en una de las herramientas más innovadoras en este sentido, sobre todo en la cirugía hepatobiliar.

Su utilización está consensuada en las guías clínicas de los países con más experiencia en el mundo en este tipo de intervenciones. Por este motivo el Centro Médico Teknon, del grupo Quirónsalud, decidió incorporar un equipo a sus instalaciones. En concreto, lo instaló para su uso por el Servicio de Cirugía Digestiva. «El objetivo fue permitir mejorar la seguridad en las operaciones, en un claro compromiso con las nuevas tecnologías y con la excelencia en la práctica médica», señalan desde grupo Quirónsalud.

Así, desde diciembre del año pasado, la Unidad de Cirugía Hepatobiliar de Quirúrgica Cirujanos Asociados –el mayor grupo quirúrgico privado de Cataluña, que está integrado en el Centro Médico Teknon– utiliza esta herramienta para cirugías de oncología hepática. Ya ha realizado tres intervenciones. Una de ellas, a un paciente con varias metástasis hepáticas de cáncer colorrectal. Estas se presentan en el 50% de los casos de este tipo de tumores, uno de los más frecuentes del tracto gastrointestinal.

Las otras dos operaciones se realizaron a un primer paciente con hepatocarcinoma binodular y a un segundo con hepatocarcinoma uninodular de gran tamaño. «En todos se ha conseguido un margen de seguridad excelente», explica Ramón Charco, líder de este equipo quirúrgico.

«Detecta lesiones tumorales que pueden pasar desapercibidas en las pruebas de imagen preoperatoria, ayuda a la visualización de lesiones ya conocidas y asegura un margen de seguridad. También garantiza la correcta vascularización de los tejidos», explica. Otra ventaja es que no tiene efectos secundarios «aunque no es recomendable en pacientes con enfermedades del tiroides», advierte.

¿Cómo funciona?

El verde de indocianina es un colorante soluble en agua que produce una luz con una absorción espectral de pico a 800 nanómetros (nm). Se administra por vía endovenosa de forma ambulatoria 24 horas antes de la intervención quirúrgica. Lo que se hace es acumularlo en tumores primarios de hígado (hepatocarcinoma o colangiocarcinoma) y también en las metástasis hepáticas. De esta manera, cuando se ilumina con una luz infrarroja, genera fluorescencia y los cirujanos pueden visualizar los tumores hepáticos en tiempo real. Esto también les permite detectar pequeñas lesiones que podrían pasar desapercibidas en las pruebas preoperatorias.

«La visualización queda restringida a entre 1 y 2 cm de profundidad, pero permite una mejor garantía de márgenes quirúrgicos de seguridad durante la transección hepática, independientemente de la profundidad», indican desde el grupo Quirónsalud. Asimismo, el verde de indocianina permite visualizar la vía biliar y así disminuir el número de complicaciones derivadas de lesiones de alguno de los conductos biliares.

«Cada vez más los cirujanos incorporan su uso en la cirugías por técnicas mínimamente invasivas (robótica y/o laparoscopia)», afirma Charco.

Además de la cirugía hepatobiliar, las imágenes de fluorescencia se están utilizando también en intervenciones en las que hay que realizar uniones entre dos segmentos del tubo digestivo, en operaciones de las glándulas paratiroides y en cirugía torácica.

La técnica del verde de indocianina

El verde de indocianina no es nuevo. En realidad se conoce desde la Segunda Guerra Mundial, durante la que se empezó a usar como tinte fotográfico. Más tarde, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos lo aprobó para su uso en el ámbito de la hepatología y la cardiología.

Tras el paso de los años se ha ampliado su ámbito de aplicación sanitaria. Se utiliza, por ejemplo, en cirugía reconstructiva mamaria y en quemaduras.

La cirugía guiada por fluorescencia gracias a este colorante ha demostrado ser de gran utilidad en la toma de decisiones intraoperatorias así como mejorar el beneficio y la seguridad del paciente y los resultados médico-quirúrgicos.