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Entrevista

«Reducir la carga tumoral antes de las CAR-T mejora los resultados»

"El paciente ha de estar en buen estado general sin infecciones activas u otras enfermedades", explica a la sección "10 preguntas" la doctora Carmen Martínez Chamorro, jefa del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Quironsalud Madrid

Carmen Martínez Chamorro GONZALO PÉREZLA RAZÓN

1. El Hospital Universitario Quirónsalud Madrid es uno de los centros acreditados para realizar terapia CAR-T. ¿Para qué tipo de paciente oncológico?

Estamos acreditados para administrar CAR-T dirigidas a CD19 –indicadas en los distintos linfomas B y en escenarios seleccionados de leucemia linfoblástica aguda–, y estamos completando la cualificación para incorporar CAR-T dirigidas frente a BCMA en mieloma múltiple. Esto ampliará nuestras opciones terapéuticas.

2. ¿En qué consisten las terapias CAR-T?

Las terapias CAR-T son una forma avanzada de inmunoterapia celular que utiliza los linfocitos T del propio paciente, las células encargadas de coordinar la respuesta inmunitaria. Estas células se extraen mediante una aféresis y, en el laboratorio se modifican para que reconozcan de manera específica a las células tumorales. Posteriormente se expanden y se devuelven al paciente mediante una infusión sencilla. El objetivo es que estos linfocitos reprogramados circulen por el organismo y actúen de forma dirigida sobre las células cancerosas. Es una terapia muy específica que aprovecha la capacidad del propio sistema inmunitario, una vez reeducado, para combatir con mayor precisión diversas enfermedades oncohematológicas.

3. ¿Y para qué tipos de tumores oncológicos se emplean?

Las CAR-T están indicadas para diferentes tumores hematológicos. Su uso es especialmente relevante en linfomas de células B, sobre todo en los linfomas agresivos que no responden al tratamiento inicial o que recaen precozmente. Las indicaciones han evolucionado rápidamente. En la actualidad, sabemos que algunas CAR-T pueden utilizarse en fases más tempranas, por ejemplo, en un linfoma de células B agresivo que no responde al tratamiento inicial o en mieloma múltiple que recae tras la primera línea, siempre bajo criterios clínicos bien establecidos.

4. ¿Cuánto tiempo están de media los pacientes con este tratamiento? ¿Cómo es la trayectoria de un paciente?

Tras confirmar que el paciente puede beneficiarse del tratamiento y contar con su aprobación, se realiza una aféresis para obtener los linfocitos T. Durante las semanas en las que el producto se fabrica, es fundamental mantener la enfermedad controlada, en ocasiones con un tratamiento que llamamos «puente». Una vez que el CAR-T está disponible, se administra un tratamiento de linfodepleción –una quimioterapia previa destinada a preparar el sistema inmunitario– y, posteriormente, se infunde el CAR-T de manera similar a una transfusión.

5. ¿Qué particularidades han de tener los pacientes?

Para recibir las infusiones de CAR-T, el paciente debe encontrarse en buen estado general, con una reserva orgánica adecuada y sin infecciones activas u otras enfermedades que comprometan su seguridad. La edad no es un factor limitante. Lo que realmente valoramos es el estado funcional y el funcionamiento de los órganos principales.

6. ¿Qué dificultades implica la administración de CAR-T?

Aunque las CAR-T representan un avance enorme, su aplicación clínica implica retos importantes. Uno de ellos es la coordinación logística, que abarca desde la obtención de los linfocitos hasta su modificación en el laboratorio.

7. ¿En qué porcentaje estas terapias frenan la proliferación de células tumorales frente a los tratamientos «convencionales» empleados hasta la fecha?

Las CAR-T han supuesto un cambio profundo en el tratamiento de varios cánceres hematológicos; en tumores muy agresivos que antes no tenían opciones reales de curación cuando fallaban los tratamientos convencionales.

8. Pese a que el tratamiento mediante las terapias CAR-T es individualizado, no funciona igual de bien en todos los pacientes ni contra todo tipo de tumores, ¿no?

La respuesta a un CAR-T depende de múltiples factores y todavía no conocemos todos ellos. Cada tumor tiene su propia biología. Influyen el volumen de enfermedad en el momento de la infusión, el estado clínico y los tratamientos previos, el grado de competencia del sistema inmunitario, la capacidad del tumor para ocultar o perder la proteína diana, y el microambiente inmunológico, que puede favorecer o dificultar la acción de las CAR-T.

9. ¿Sabe decirme en qué porcentaje de casos la terapia con células CAR-T no funciona al conseguir evadir las células cancerosas este tratamiento?

Sabemos que reducir la carga tumoral antes del tratamiento y elegir el momento óptimo para administrarlo mejora significativamente los resultados.

10. ¿Cree que veremos próximamente a nivel clínico las ALA-CART para cánceres resistentes? ¿O es más probable que sigan ampliándose las indicaciones de las CAR-T?

El campo avanza a gran velocidad. Se están desarrollando CAR-T más potentes y duraderos, así como CAR-T duales, capaces de reconocer dos antígenos. También se investiga en terapias alogénicas, que podrían fabricarse a partir de donantes sanos y administrarse sin necesidad de personalizar cada producto.

Más allá del cáncer, estas aproximaciones comienzan a estudiarse en ensayos clínicos tempranos para enfermedades neurológicas y autoinmunes graves.

En conjunto, la investigación apunta a terapias celulares más accesibles, seguras y versátiles, capaces de llegar a un número creciente de pacientes.