Neurología

Revelan los síntomas del párkinson según el sexo del paciente

Presenta más depresión en las mujeres y mayores problemas al hablar en los hombres.

Tres mujeres pasean por el centro de Madrid
Imagen de tres mujeres mayores con abrigos y bastones paseando por Madrid.Jesús G. FeriaJesús G. Feria

El párkinson no afecta de igual forma a hombres y mujeres. Existen importantes diferencias en los síntomas de la enfermedad. Un nuevo estudio del proyecto COPPADIS, impulsado por el Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento (GETM) de la Sociedad Española de Neurología (SEN), ha determinado las causas y ha hallado que el sexo del paciente influye en los mecanismos de la enfermedad. La investigación que acaba de ser publicada en la revista «Journal of Clinical Medicine», también especifica las afecciones que padecen con más frecuencia en uno u otro caso.

«Este es el primer estudio realizado en España que analiza las diferencias por sexo en la enfermedad de Parkinson en una gran cohorte de pacientes –410 hombres y 271 mujeres–. Además, es uno de los mayores estudios realizados hasta la fecha en todo el mundo», explica el Diego Santos, miembro del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN y autor principal.

Diferentes factores genéticos, hormonales, neuroendocrinos y moleculares parecen estar implicados en las diferencias en la patogenia del párkinson entre hombres y mujeres. Debido a esto, ya se sabe que la incidencia y prevalencia de la enfermedad es entre 1,5 y 2 veces mayor en hombres que en mujeres y que en estas aparece ligeramente más tarde.

Según se desprende de este estudio, síntomas como depresión, fatiga y dolor son más frecuentes y/o severos en mujeres, mientras que síntomas como hipomimia (disminución en la expresión facial), problemas del habla, rigidez e hipersexualidad son más comunes en los hombres.

Discapacidad

Por otra parte, y sobre todo a corto plazo, ellos muestran una mayor tendencia a desarrollar una mayor discapacidad relacionada con los síntomas no motores de la enfermedad. Por el contrario, ellas ven más afectada su capacidad funcional para realizar las actividades de la vida diaria y, generalmente, experimentan una mayor percepción de pérdida de calidad de vida.

Otra diferencia que muestra el estudio es que parece que las mujeres reciben, en general, dosis más bajas de medicación específica para tratar esta patología, aunque ajustando la dosis por el peso, no se observan diferencias entre ambos géneros. Por el contrario, consumen antidepresivos, benzodiazepinas y analgésicos con mayor frecuencia.

«En nuestro análisis también hemos detectado otras muchas diferencias entre hombres y mujeres con párkinson. Por ejemplo, que las mujeres tienen más probabilidades de vivir solas, que tienen un menor nivel educativo, que consumen más fármacos para otras enfermedades, o que tienen más riesgo de padecer depresión –casi el doble que los hombres–. Por el contrario ciertos hábitos nocivos (como el tabaquismo y el consumo de alcohol) son significativamente más frecuentes en varones», comenta el doctor Diego Santos.

«Creemos que es importante conocer todas estas revelaciones, porque conseguiremos adaptar mejor los tratamientos, predecir mejor sus resultados y, en general, mejorar la atención de nuestros pacientes si se tienen en cuenta las diferencias que existen en la progresión de la enfermedad de Parkinson por sexo así como las distintas necesidades individuales y sociales de cada uno».

Según un informe publicado el año pasado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), titulado «Parkinson: un enfoque de salud pública», la discapacidad y la mortalidad debidas a esta enfermedad están aumentando más rápidamente que las de cualquier otro trastorno neurológico. De acuerdo con los datos que a nivel mundial baraja este documento la prevalencia de esta patología se ha duplicado en los últimos 25 años.

Además, la OMS advierte de que estas cifras «resultan probablemente aún mayores si se incluyen muchas personas que padecen diversas formas de parkinsonismo, como las que causan algunas enfermedades degenerativas (parkinsonismo atípico), determinadas lesiones vasculares en el cerebro o algunos efectos adversos de medicamentos como los neurolépticos».

En España hay entre 120.000 y 150.000 personas afectadas por esta enfermedad neurodegenerativa, la segunda más frecuente, en nuestro país después del alzhéimer. También es, tras esta patología, el segundo diagnóstico neurológico más habitual entre los mayores de 65 años. Y es que el 2% de los mayores de 65 años y el 4% de los mayores de 85 años padecen párkinson en España. «No obstante –aclara la Sociedad Española de Neurología SEN)–, no es una enfermedad exclusiva de personas mayores: el 15% de los pacientes no superan los 50 años y también se pueden encontrar casos en los que la se inicia en la infancia o en la adolescencia».