Día Mundial
La revolución del gazpacho de sabores, ¿cuál es el más saludable?
Hoy se celebra el Día Mundial de esta receta con cada vez más variedades
En pleno mes de julio y con el calor ya en máximos niveles, resulta inevitable caer en la tentación del gazpacho. No es para menos, pues se trata de una de las recetas obligadas del verano, tal y como confirma el hecho de que hoy se celebre su Día Mundial. No defrauda ni en su faceta nutricional ni en la variedad, pues es una de las recetas que ha sufrido una mayor «revolución» en los últimos años.
Desde el punto de vista nutricional, el gazpacho tradicional « es una buena fuente de vitaminas y minerales, que destacan por sus propiedades antioxidantes y por ser muy importantes para el correcto funcionamiento del organismo. Además aporta fibra vegetal y licopeno y al añadir pan, fuente de hidratos de carbono complejos, añade un poder saciante importante. Al prepararse con ingredientes en crudo, conserva gran parte de sus vitaminas y minerales, lo que hace sea nutricionalmente muy completo», asegura Marta Otero, miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas.
De mango, de melón, de sandía, de pepino, de remolacha, de aguacate, de zanahoria... Las posibilidades parecen casi infinitas. «Podemos recomendar, por ejemplo, de fresa, sandía, melón o remolacha. Sus variantes también son platos saludables y muy ricos a nivel nutricional. El de fresa aporta un componente dulce que resulta muy apetecible a todas las edades, sobre todo entre los más pequeños. Por su parte, las variantes de sandía y melón son muy apropiadas ahora al ser frutas de temporada, fuente de agua, vitaminas, fibra dietética y componentes nutricionales que actúan como antioxidantes en el organismo. Además, con remolacha aporta un toque dulzón y destaca por su gran contenido en hierro», detalla la experta.
El ingrediente básico
La experta aconseja que, sea cual sea el sabor elegido, nunca debe faltar «el aceite de oliva virgen extra, rico en ácidos grasos monoinsaturados, que destacan por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias».
Eso sí, para que el gazpacho sea un plato verdaderamente saludable y apto para todos, no hay que olvidar que se trata de un alimento y no de una bebida, es decir, «no debe usarse como un sustituto del agua para hidratarnos, aunque esté fresquito», advierte Otero. En cuanto a la cantidad, la dietista-nutricionista asegura que «se puede comer perfectamente a diario como primer plato, como si fuera una ensalada, por ejemplo. Pero es conveniente complementarlo con un alimento rico en proteínas de alto valor biológico, ya sea de origen animal o vegetal, para tener un menú equilibrado».
A priori, no hay ninguna contraindicación, excepto alergias, que impidan tomar gazpacho a menudo, aunque puede resultar más indigesto para personas con problemas de acidez o enfermedades gastrointestinales. Además, las personas con diabetes deben tener en cuenta que al tomar esos ingredientes de manera licuada, «los hidratos presentes son más fáciles de absorber, por lo que el índice glucémico del gazpacho resulta mayor que si lo hubiéramos tomado en forma de ensalada», advierte la dietista-nutricionista.
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