
Oncología
Sabor español en el último gran avance frente al cáncer de pulmón
La combinación de inmunoterapia con un fármaco de PharmaMar impacta en la supervivencia libre de progresión de la enfermedad en el tumor más agresivo

Un estudio impulsado por el Hospital 12 de Octubre, de Madrid, con una combinación de dos fármacos, la inmunoterapia atezolizumab y el inhibidor de transcripción, lurbinectedina, desarrollado por la compañía española PharmaMar, ha demostrado mejorar significativamente el tiempo que un paciente vive desde el inicio del tratamiento y el tiempo que transcurre sin que la enfermedad avance en pacientes con cáncer de pulmón de célula pequeña (CPCP) en estadio avanzado y también redujo el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte en un 46%.
Los resultados de IMforte, como se llama el estudio, «son muy alentadores al mostrar una opción que podría cambiar la práctica clínica y mejorar la supervivencia de pacientes con una necesidad médica no cubierta», afirma Luis Paz-Ares, jefe de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, e investigador principal del mismo. Tal y como explica, «lurbinectedina aumenta la eficacia de la inmunoterapia porque es capaz de inducir un contexto inmune más respondedor, el tumor se hace más inmunogénico y responde mejor a la inmunoterapia».
La combinación redujo un 46% el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte
Todo un hito pues en la mayor parte de los casos se diagnostica con metástasis. «Desafortunadamente, a pesar de los avances en el conocimiento biológico del CPCP, hemos mejorado muy poco el tratamiento y sus resultados. De hecho, a día de hoy, la supervivencia esperada, a pesar de haber introducido recientemente la inmunoterapia, es relativamente baja, menos de un 10% a largo plazo. Esta nueva combinación de tratamiento de mantenimiento, es la primera que impacta en la supervivencia», asegura Paz-Ares.
PharmaMar ya ha presentado la solicitud de autorización de comercialización (Marketing Authorisation Application, MAA) ante la Agencia Europea del Medicamento (EMA), y es que su fármaco está aprobado en 18 territorios en el mundo, en segunda línea, aunque en Europa solo en Suiza. «Tras la aprobación en primera línea en mantenimiento, los pacientes tendrán acceso a este fármaco para el CPCP en una fase más temprana del tratamiento, en la que existe potencial para aumentar la duración de la respuesta en una población de pacientes más amplia, retrasando la progresión de la enfermedad y prolongando la supervivencia», confirma Javier Jiménez, Chief Medical Officer de PharmaMar.
El estudio
Los datos, que fueron presentados en el marco del congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), mostraron que tras 15 meses de seguimiento de, la supervivencia libre de progresión fue de 5,4 meses en la combinación, en comparación con los 2,1 en los que recibieron atezolizumab solo. Es decir, aquellos que recibieron la combinación como terapia de mantenimiento tuvieron un riesgo 46% menor de que su cáncer creciera o cambiara que aquellos que solo fueron tratados con la inmunoterapia.
La supervivencia global para los pacientes que recibieron la combinación fue de 13,2 meses. En comparación, la de quienes solo recibieron atezolizumab fue de 10,6. Los pacientes que recibieron lurbinectedina y atezolizumab como terapia de mantenimiento tuvieron un riesgo de muerte un 27% menor que aquellos que recibieron atezolizumab solo.
PharmaMar es una compañía biotecnológica española que lleva 40 años innovando e investigando para hacer frente a enfermedades oncológicas con necesidades médicas no cubiertas. Su firme apuesta por la I+D la ha posicionado como la empresa española que más invierte en investigación y desarrollo en relación a sus ventas. Su plataforma terapéutica es el mar, entendiendo que, así como se han descubierto grandes medicinas en la superficie terrestre, el océano es una fuente inexplorada con un enorme potencial para encontrar nuevos tratamientos.
«Este hito refleja el compromiso sostenido de PharmaMar con la innovación y con los pacientes. Seguiremos invirtiendo en investigación para desarrollar terapias que generen un impacto real en quienes más lo necesitan. Este esfuerzo continuado no solo ha permitido ofrecer nuevas alternativas terapéuticas para enfermedades como el CPCP, sino que también ha contribuido a dinamizar su estudio desde otras áreas del sector», afirma Javier Jiménez.
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