Salud líquida: el sistema que hace que cada paciente sea único

El concepto de salud líquida cobra especial importancia en el futuro de la atención sanitaria. Consiste en desdibujar las fronteras de los sistemas tradicionales. «Que fluyan más, como el agua. Es decir, un hospital líquido sería aquel que va más allá de sus fronteras físicas», explica Francisco José García González, director del Máster de Innovación en Salud y profesor de Medical Devices en la Universidad Complutense de Madrid. A la par, la salud líquida también implica que los individuos adquieran una responsabilidad proactiva en la prevención de patologías.

Será la tecnología la que permita este cambio de paradigma y la que facilite que el paciente tome cada vez más control e información sobre su salud, que se entendería como algo que va más allá de la ausencia de enfermedad. Esta es una de las conclusiones del nuevo informe «Rethink Health: el camino hacia la salud líquida», presentado esta semana por el ecosistema de conocimiento digital The Valley, en colaboración con Quirón Salud y Exterior Plus.

Este informe muestra las macrotendencias más relevantes en salud y es el resultado del trabajo de un panel de expertos especialistas. Destacan que la hiperpersonalización de productos y servicios de salud está en auge. «Las personas están cada vez más preocupadas por su salud y buscan de manera proactiva y preventiva no enfermar. En este sentido, los avances en la tecnología wearable para monitorizar e incluso diagnosticar posibles enfermedades, así como la hiperpersonalización de productos y servicios de salud permiten incrementar el control sobre la propia salud y prevenir enfermedades», han recalcado los especialistas que han participado en la presentación.

Gemelos digitales

En este sentido, han destacado el empleo de gemelos digitales. «Estos se presentan como una gran oportunidad para diagnosticar y tratar a pacientes de manera única y personalizada. Impulsados por Inteligencia Artificial, muestran una representación dinámica del cuerpo y de los órganos de cada persona, a través de los datos recogidos mediante sensores wearables no invasivos, lo que permite el desarrollo de soluciones que faciliten el diagnóstico y el tratamiento», explica Juan Luis Moreno, Partner & CIO en The Valley. De hecho, el informe prevé que el mercado de la tecnología wearable alcance los 186.140 millones de dólares en 2030.

«Estos dispositivos van a ser una fuente importantísima de datos. El mismo paciente los lleva encima y si siente una taquicardia, por ejemplo, puede hacerse un electrocardiograma cuyos resultados se envían automáticamente a los servicios de salud, donde los puede leer un cardiólogo», explica Francisco José García González.

El informe subraya que las tecnologías disruptivas, la Inteligencia Artificial (IA) y la Realidad Virtual (RV), que permite, por ejemplo, visualizar cómo practicar una cirugía antes de realizarla, marcarán el futuro de los sistemas sanitarios. De hecho, se espera que en Europa el mercado de la RV para la salud crezca a un ritmo del 33,5% hasta 2029. El objetivo es mejorar la experiencia del paciente y ayudar a prevenir enfermedades y pandemias. «Sin embargo, siguen siendo tecnologías emergentes y es necesario comprender bien cómo funcionan antes de implementarlas», han advertido durante la presentación.

Neurotecnología

«El uso de las terapias digitales va a ser un elemento muy diferenciador y disruptivo», indica García González, que confirma que ya se han aprobado en Alemania pero no en España. «Son aplicaciones móviles a través de las cuales el paciente puede hacer un autocuidado continuado. Las prescribe un facultativo que también se encarga de controlar el curso del tratamiento». Un ejemplo son los monitores de glucosa continua para las personas con diabetes.

María López, que ha participado en la elaboración del informe y es cofundadora y CEO de Britbrain, subraya a A TU SALUD el gran potencial que tiene en la medicina la neurotecnología. En este sentido, apuntó que hay en la actualidad en marcha ensayos clínicos para tratar de retrasar la aparición de la demencia o que se está utilizando también esta tecnología tanto para diagnosticar y combatir problemas con el sueño como para reducir o neutralizar ataques epilépticos. Esta especialista llama la atención sobre los riesgos que conlleva el que ya haya proyectos en marcha para aplicar esta tecnología para mejorar la capacidad cognitiva de los humanos, por ejemplo.