Salud
Viruela del mono: qué es, cuáles son sus síntomas y cómo se puede prevenir
La viruela del mono suele presentar síntomas leves y la mayoría de las personas se recuperan sin necesidad de tratamiento
El MPOX, anteriormente conocido como viruela del mono, ha sido nuevamente declarado como una emergencia de salud pública internacional por la OMS. La lucha contra el MPOX debe enfocarse en controlar la epidemia en los países africanos afectados, que han reportado más de 15,000 contagios y 461 muertes en lo que va del año. En estos países, los recursos para detección y vacunación son, por lo general, escasos. Además, en el continente la enfermedad está bastante estigmatizada, porque más del 95% de los casos se dan en hombres que han mantenido relaciones homosexuales.
Actualmente, se identifican dos variantes del virus: el clado I, más letal y responsable del brote en África, y el clado II, menos grave y presente en España y Europa desde su primer brote en el año 2022. España es el país europeo más afectado, con 8,104 casos confirmados, 264 de ellos notificados este año.
Hasta ahora, 40,610 personas han sido vacunadas en España, aunque solo la mitad ha completado la pauta. El Ministerio de Sanidad ha instado a finalizar la inmunización, sobre todo en grupos de riesgo, como hombres homosexuales y bisexuales, haciendo especial énfasis en aquellos con múltiples parejas sexuales o que practican sexo en grupo.
¿Qué es la viruela del mono?
La MPOX o viruela del mono es una infección vírica poco común que se presenta principalmente en regiones boscosas de África central y occidental. Esta enfermedad es causada por el virus de la viruela del simio, un miembro de la familia de los ortopoxvirus. Su tasa de letalidad varía entre el 1% y el 10%, y los niños son especialmente vulnerables, presentando una mayor probabilidad de fallecer a causa de la infección.
El virus de la viruela del simio es zoonótico, lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos. Aunque el alcance total de los hospedadores susceptibles no se conoce completamente, se ha identificado que ciertas especies pueden albergar el virus. Entre estos hospedadores se encuentran monos y simios, así como una variedad de roedores y otros mamíferos pequeños.
La transmisión del virus a los humanos puede ocurrir a través del contacto directo con la sangre, los fluidos corporales o las lesiones cutáneas de animales infectados. También puede propagarse mediante el consumo de carne de caza mal cocida. En humanos, la transmisión de persona a persona es menos común, pero puede suceder a través del contacto cercano con las lesiones, fluidos corporales o materiales contaminados, como ropa de cama.
¿Cuáles son sus síntomas?
La viruela del mono suele ser de sintomatología leve y la mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento en un periodo de 14 a 21 días. Los síntomas iniciales pueden comenzar de 3 a 17 días a partir de la exposición y son bastante ambiguos, pudiendo incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y agotamiento.
Varios días después de la primera aparición de la fiebre, se produce un sarpullido en la piel similar a la de la varicela, que a menudo comienza en la cara y se extiende a las manos y los pies. Aunque en los casos vinculados al brote claudo II que comenzó en 2022, el sarpullido, por lo general, comienza en la zona genital, la boca o la garganta. La erupción pasa por varias etapas, convirtiéndose en pústulas llenas de líquido antes de finalmente formar una costra que se cae después de dos a cuatro semanas.
Si presentas un sarpullido nuevo o cualquier síntoma relacionado con esta enfermedad, es fundamental que consultes a tu profesional de la salud de inmediato, incluso si no conoces a nadie que haya tenido esta afección.
¿Cuál es el tratamiento?
Como decíamos antes, la viruela del mono suele ser de sintomatología leve y la mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento en un periodo de 14 a 21 días. En caso de ser diagnosticado, es esencial que el paciente se aísle en su hogar, permaneciendo en una habitación separada del resto de su familia y mascotas. Este aislamiento debe mantenerse hasta que tanto el sarpullido como las costras hayan sanado por completo.
Actualmente, no existe un tratamiento específico aprobado para la viruela del mono. Sin embargo, los profesionales de la salud pueden utilizar algunos medicamentos antivirales diseñados para tratar la viruela, como el tecovirimat (TPOXX) o el brincidofovir (Tembexa). Por lo general, el tratamiento para la viruela del mono se enfoca principalmente en aliviar los síntomas.
Estos cuidados se centrarán en tratar el daño cutáneo causado por el sarpullido, así como en asegurar la ingesta de abundante líquido para mantener las heces blandas. También e pueden utilizar productos tópicos de venta libre, como benzocaína o lidocaína, o loción de calamina o gelatina de petróleo y antihistamínicos orales de venta libre para aliviar la picazón. Los analgésicos como el ibuprofeno o el paracetamol pueden ser útiles para reducir el dolor. Aunque si es necesario, un profesional de la salud podría recetar medicamentos más fuertes.
Las complicaciones de la viruela del mono pueden incluir cicatrices graves en la cara, brazos y piernas, ceguera, infecciones secundarias y, en casos excepcionales, la muerte. No obstante, el clado II del virus, que fue responsable del brote de 2022, raramente resulta letal.
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