Sociedad
Para los jóvenes apostar es como ir al cine
Los jóvenes consideran esta práctica un tipo de ocio más, según la Fad. Al principio lo hacen en grupo y de forma presencial para sociabilizar, después de forma online e individual
Los jóvenes de entre 18 y 24 años han normalizado hasta tal punto el juego y las apuestas con dinero real que lo consideran un tipo de ocio y entretenimiento más que incluso sustituye otras opciones como el cine. Ésta es la conclusión principal del estudio “Jóvenes, juegos de azar y apuestas” realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fad.
Estas apuestas las hacen primero en grupo, como una forma de sociabilizar, con apuestas colectivas y después ya de forma individual. Aunque de momento se trata de una actividad que hacen más ellos, ellas comienzan a hacerlo por imitación. Asimismo, los jóvenes no perciben ningún tipo de riesgo en esta conducta y confiesan haberse iniciado en esta práctica cuando eran menores de edad, pese a estar prohibido. Además, consideran las pérdidas derivadas del juego como “un gasto de ocio más”.
Una de las principales percepciones que tienen los jóvenes respecto a esta práctica es que “todo el mundo juega y apuesta”, una conducta que puede derivar de que “en nuestro país los juegos tradicionales como las loterías, están naturalizados”, explica Eulalia Alemany, directora técnica de Fad. Una visión despreocupada que contrasta con la visión de la sociedad y de los expertos que detectan que el aumento de jóvenes que juegan también ha derivado en un aumento de jóvenes con problemas derivados del juego. Y aunque para muchos expertos aún no pueda considerarse una alarma social o sanitaria, sí se considera un problema creciente que necesita ser abordado. Máxime cuando según la última Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (Estudes) en dos años (2016 y 2018) ha aumentado en casi cuatro puntos porcentuales el número de jóvenes de entre 14 y 18 años que ha jugado con dinero online y casi diez puntos quienes lo han hecho presencialmente.
Según la investigación de la Fad, los jóvenes comienzan jugando con dinero de forma presencial, ya que estas casas de apuestas se han convertido en un punto de encuentro juvenil. Después, empiezan a jugar online, lo que contribuye a la consolidación de los hábitos. Y ahí el riesgo, porque es mas difícil controlar el gasto, así como el acceso de menores. Durante la rueda de prensa, Alemany destacó el caso de Reino Unido que, con 27 millones de jugadores, ha prohibido el uso de tarjetas de crédito en los juegos y apuestas online.
Los jóvenes ven en el juego online ciertas ventajas, como el anonimato, la posibilidad de jugar cuando y donde sea sin restricciones y la obtención de un beneficio rápido e inmediato. Y aquí un aspecto que llama especialmente la atención de Eulalia Alemany: “a las familias les preocupa más cuánto tiempo pasa su hijo con el móvil que para qué o qué hacen cuando lo usan”.
Desde la Fad también alertan de que entre los más jóvenes aquel que “sabe apostar”, que domina las habilidades necesarias para tener éxito en las apuestas deportivas o en los juegos de cartas, se convierte en un modelo o líder del grupo. Y se “está dando el paralelismo” con el alcohol, “los jóvenes hablan de que saben jugar como también dicen que saben beber”, que “controlan”, en definitiva.
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