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Cultura

La Unidad Ezquerra: españoles que lucharon a muerte defendiendo el búnker de Hitler

Durante los últimos suspiros de la Segunda Guerra Mundial, un grupo de españoles defendió Berlín ante el empuje de los aliados, mientras Hitler se suicidaba en su refugio

Imagen de la ciudad de Dresde después de sufrir los bombardeos de los aviones aliados al final de la Segunda Guerra Mundial
Imagen de la ciudad de Dresde después de sufrir los bombardeos de los aviones aliados al final de la Segunda Guerra Mundiallarazon

Berlín, 1945. Han pasado seis años desde que se inició la guerra, la más grande y mortal en la historia de la humanidad. Un conflicto que había iniciado la Alemania nazi con la firme intención de que la bota del III Reich aplastase a todo cuanto se antepusiera por delante.

Durante los primeros años, en parte fue así, las Potencias del Eje avanzaron casi sin oposición. Las ciudades alemanas festejaban a menudo las victorias logradas por sus firmes soldados en el frente. En los balcones y en las fachadas la bandera nazi ondeaba con orgullo, mientras sus tropas desfilaban por las principales capitales germanas. Pero esos días ya terminaron.

Ahora, las calles permanecen llenas de escombros, los edificios se caen a trozos, otros permanecen en llamas, todo debido a los continuos bombardeos que los aliados hacen sobre la capital de Alemania a comienzos de 1945. La guerra ya está decidida, pero los alemanes se niegan a rendirse sin luchar. Apenas queda gente en la ciudad para luchar y los pocos que se muestran dispuestos (u obligados) son o muy pequeños, muchas veces con edades comprendidas entre los 11 y los 16 años, o demasiado mayores, reclutados con prisa para presentar la última resistencia. Muchos de ellos ni siquiera comparten ya las ideas de su líder, Adolf Hitler, quien permanece escondido en su refugio, donde se suicidará el 30 de abril de 1945.

Fuera de su escondite, las calles son el escenario de los últimos combates. Los pocos resquicios militares y seguidores de Hitler que aún quedan luchan con garra ante el imparable asedio soviético. Entre estos pequeños grupos había uno en especial. Uno de habla hispana. Uno conocido como la Unidad Ezquerra.

Este grupo de unos 300 españoles se unieron al ejército alemán para combatir a los aliados y al ejército de Stalin en los últimos años de la guerra. Muchos de ellos provenían de la previamente disuelta División Azul, estudiantes que decidieron viajar hasta allí o gente anónima que quiso dar la vida por el Führer.

Eckart ayudó a modelar la imagen de Hitler
Eckart ayudó a modelar la imagen de Hitlerlarazon

Nace la Unidad Ezquerra

Volvamos unos años atrás, a 1941. En este período, Hitler avanza por toda Europa y no hay país que pueda hacerle frente. Sin embargo, los alemanes empezaran a cavar su propia tumba con el ataque a la Unión Soviética. El plan del dictador alemán era llevar la guerra al norte con la famosa “Operación Barbarroja” y arrasar en su ataque a otro dictador, Stalin. No obstante, los generales nazis sabían que era inviable hacerlo solos. Es por ello que decidieron pedir de vuelta un favor.

Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), Alemania e Italia habían apoyado militarmente y económicamente a los sublevados de Franco, quienes a la postre ganarían la guerra. Ahora, Adolf Hitler necesitaba que Franco le devolviese esa ayuda. Franco, que no podía oponerse, ofreció formalmente a Alemania el envío de un grupo de voluntarios que lucharían codo con codo para destruir a sus enemigos. Surge así la División Azul. Este grupo permanecería operativo hasta 1943, cuando la dirección de la guerra se volvió desfavorable para España, Alemania y potencias del Eje, en general.

Tras ello, los militares regresaron de nuevo a la península, aunque hubo algunos que se quedaron en Europa para luchar. Además, varios lograron salir de la frontera y llegar a Francia para alistarse en las filas nazis. La gran mayoría de los hispanos se integraron en la División Valona, grupo en el que se incluían a los extranjeros que lucharon a favor de Hitler en los últimos años de la guerra. Tras sufrir continuas retiradas por el avance ruso, Miguel Ezquerra, un veterano de la División Azul y de la Guerra Civil, recibió la orden de formar una unidad compuesta por soldados españoles. En total, llegó a juntar a 300 hombres.

La última batalla y el fin de la guerra

Ya de nuevo en 1945, los aliados solo tienen por delante la misión de conquistar Berlín. La capital ya no es lo que era, la destrucción es lo único apreciable en la ciudad. Apenas quedan hombres para combatir y los que quedan, como mencionamos, apenas pueden luchar.

En estos momentos hace aparición la Unidad Ezquerra, en medio de una ciudad vacía, ya que la mayoría de alemanes habían huido lejos de las bombas y disparos. En esos momentos, hubo una gran multiculturalidad entre las tropas. Alemanes, españoles, noruegos e, incluso, rusos luchaban contra la URSS.

La unidad fue alojada en el Ministerio del Aire a poco menos de 10 kilómetros del búnker de Hitler. Los últimos vestigios del gran ejército nazi se había reducido a un puñado de hombres y niños, muchos de ellos con amputaciones, que a duras penas lograban sostener un fusil. La poca gente que quedaba se escondía en los sótanos temiendo por los bombardeos.

El primer gran combate se libró a apenas cuatro kilómetros del escondite de Hitler. Allí, los españoles lograron echar atrás los envites soviéticos. Miguel Ezquerra quedó malherido en una pierna, como contó él en sus memorias. En su biografía afirma también como conoció a Hitler pocos días antes de su muerte, quien le condecoró con una Estrella al Honor por su ferviente lucha.

Con los soviéticos ya en la ciudad, la defensa tuvo que rendirse y ser apresados por la URSS. Al mismo tiempo que Hitler y su esposa se suicidaban en el búnker. De todos ellos, solo Ezquerra logró escapar de Berlín y llegar a España para contar todo lo que vivió.