Sociedad

Cómo se evitaban los accidentes en el aire hace 100 años

Imagen de la primera torre de control del mundo
Imagen de la primera torre de control del mundolarazon

La actividad de las torres de control de los aeropuertos de todo el mundo son frenéticas. Los controladores vigilan cientos de aviones y coordinan los aterrizajes y los despegues ayudados por la tecnología en días soleados, nublados, con fuertes vientos o niebla. Su labor es indispensable para que cada día millones de pasajeros lleguen a salvo a sus destinos. Además, los aviones llevan dispositivos para saber dónde se encuentran en cada momento.

Pero en el inicio de los vuelos comerciales, hace 100 años, la situación era bien distinta. A pesar de que Alemania había comenzado las operaciones de transporte de pasajeros en Zeppelin, no fue hasta 1919, después de la Primera Guerra Mundial, cuando se comenzaron las operaciones de vuelos comerciales entre Londres, París y Bélgica. El 25 de febrero de 1920, el Ministerio del Aire británico aprobó la construcción de un nuevo edificio en Croydon, al sur de Londres, el único aeródromo internacional del país del periodo de entreguerras. Con una altura de apenas cuatro metros, el edificio de madera tenía grandes ventanas en las cuatro paredes para poder observar a los aviones. Este edificio se llamaría la “Torre de Control de Aeródromo”, que derivaría en el término de Control de Tráfico Aéreo usado en la actualidad. Durante ese año, en el aeropuerto de Croydon se operaba una docena de vuelos por día. A día de hoy, el NTAS, proveedor de los vuelos de Reino Unido, controla 2,6 millones de vuelos cada año.

Imagen de un operador de radio y un controlador en Croydon
Imagen de un operador de radio y un controlador en Croydonlarazon

Los primeros vuelos comerciales se hacían a bordo de bombarderos reconvertidos, pero tenían la dificultad de que necesitaban que las condiciones climatológicas fueran buenas, por lo que tuvieron que limitar su actividad. Por ello, la información más importante durante los primeros años era la meteorológica. Todos los aeropuertos importantes comenzaron a enviar y recibir informes sobre el tiempo. Pero con el rápido desarrollo de la aviación comercial se hicieron necesarios nuevos sistemas de control, como la organización del tráfico aéreo. Con la tecnología más avanzada del momento, sin planos, ni cartografías, tenían que encontrar nuevas herramientas de trabajo. Hasta el momento, sólo contaban con oficinas de radio y focos.

Así llegaron los primeros controladores, conocidos como Oficiales de Tráfico de Aviación Civil o CATO, y los Oficiales de Radio que trabajaron junto a ellos, proporcionaron información sobre el tráfico y el clima a los pilotos, que se podía hacer por radio o mediante un sistema de banderas y luces. Croydon estableció lo que se denominó servicios de “Búsqueda de dirección”, que determinaba el rumbo del avión desde el aeropuerto mediante señales de radio. Esta forma de rastreo fue sustituido en 1922 por un sistema más sofisticado de fijación de posición inalámbrica.

Documento original del aeropuerto de Croydon
Documento original del aeropuerto de Croydonlarazon

La fijación inalámbrica, que precedió al seguimiento por radar o satélite, permitió a los CATO triangular la ubicación de la aeronave a través de los cojinetes de tres receptores de radio separados. Los datos llegaban a Croydon, donde se calculaba manualmente la posición del avión y se trasladaba la información al piloto. La posición se trazaba con alfileres en un mapa para organizar los aterrizajes y los despejes.

Pero pronto se vio la necesidad de adoptar nuevas medidas. El 7 de abril de 1922, un Farman Goliat francés y un Havilland DH18 británico colisionaron a unos 100 kilómetros al norte de París y murieron siete personas. Fue la primera colisión en el aire en el mundo y fue el detonante para la adopción de nuevas medidas de seguridad.

Así, los pilotos en la concurrida ruta aérea Londres-París tenían que volar oeste de Ecouen, Abbeville, Etaples y Ashford cuando se dirigieran hacia Londres. Si volaban de vuelta, debían hacerlo al este de estas localidades. Los controladores también recibieron autoridad legal para instruir a los pilotos.

James “Jimmy” Jeffs, Oficial de Tráfico de Aviación Civil de Croydon fue uno de los grandes innovadores en el desarrollo del control del tráfico aéreo. Titular de la primera licencia de control de tráfico aéreo, Jeffs ayudó a desarrollar muchos de los sistemas y procedimientos que fueron aprobados por el Ministerio del Aire del Reino Unido. Después de haber establecido más de veinticinco medidas de control y fundado la primera escuela de entrenamiento de controladores, dirigió el establecimiento del espacio aéreo del Atlántico Norte y el sistema de ‘seguimiento’ que ahora se ha quedado obsoleto gracias a la vigilancia por satélite en tiempo real.

Otro de los pioneros fue Fred ‘Stanley’ Mockford, responsable de pasar del Código Morse a la telefonía por radio, la única forma de utilizar el lenguaje y garantizar que los mensajes llegaran claramente. Telegrafista ferroviario, Mockford sirvió en el Royal Flying Corps durante la Primera Guerra Mundial como parte del equipo que desarrolló la comunicación con los aviones desde tierra.

Una de las grandes aportaciones de Mockford fue la invención de la señal de auxilio para alertar de una situación de emergencia. La palabra Mayday (repetida tres veces),que se inspiró en la frase en francés “m’aider”, cuyo significado es “ayúdame”. La palabra fue aceptada a nivel internacional en el año 1927.

En 1923 se añadió un segunda torre en Croydon y la última se levantó en 1928. El aeropuerto siguió funcionando hasta 1959 y en el año 2000 se transformó en un museo.