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Educación rechaza un fin de curso con aprobado general

El Consejo Escolar del Estado aprueba que el suspenso y la repetición sean opciones “realmente extraordinarias”. Aconseja que la formación a distancia se evalúe y cuente para la nota final, si es buena

La suspensión de las clases por el Covid-19 ha obligado a un replanteamiento de la actividad educativa. El Consejo Escolar del Estado ha puesto hoy sobre la mesa distintas soluciones para rematar la actividad académica con las que se pretenden evitar que ningún alumno pierda el curso. Y esto pasa por que los profesores sean “considerados” a la hora de evaluar a sus alumnos y que no haya repeticiones o las menos posibles. «La evaluación final negativa y la repetición deben ser recursos realmente extraordinarios, mesurados y siempre adoptados por el equipo docente; debe asegurarse que ningún estudiante pierda el curso por la situación creada por el coronavirus», dice una de las propuestas aprobadas hoy por el órgano de consulta del Ministerio de Educación en el que está representada toda la comunidad educativa y al que ha tenido acceso LA RAZÓN. Con este criterio, que defendía el presidente del consejo escolar del Estado, Enrique Roca, están de acuerdo la mayor parte de los sindicatos educativos, entre ellos el de profesores ANPE. «Compartimos el criterio de que la repetición solo se lleve a cabo en casos excepcionales, pero siempre tiene que primar los criterios del consejo evaluador del centro y que aquellos alumnos que tengan dificultades académicas en este curso se les aplique un programa especial de refuerzo el año que viene», ha manifestado su presidente, Nicolás Fernández.

La Confederación Nacional de Asociaciones de Estudiantes (CANAE) proponía incluso ir más allá y que se cambiase la normativa para prohibir la repetición, pero esta opción ha sido finalmente rechazada.

Por ahora, el Ministerio de Educación y Formación Profesional rechaza que se dé el aprobado general como norma general, siguiendo el modelo italiano, según ha podido saber LA RAZÓN. Y es que parte de la base de que esto implicaría que todo el trabajo y esfuerzo que se ha venido desarrollando en el último trimestre pierda su valor y generaría desmotivación entre alumnos y profesores.

Con este argumento coincide también la escuela concertada. “Descartamos medidas como el aprobado general o la prohibición de repeticiones. Estas decisiones corresponden a los equipos docentes, que están haciendo un esfuerzo enorme por adaptarse y que saben lo mejor para cada alumno”, ha asegurado Luis Centeno, secretario general de Escuelas Católicas.

El último trimestre contará para la nota

El Consejo Escolar del Estado quiere que lo que se ha hecho en la última evaluación, a distancia, cuente para la nota que se ponga al alumno. Por eso implica que la evaluación se haga “desde planteamientos de valoración de los desempeños desarrollados, mediante informes personalizados del alumnado, atendiendo a sus condiciones tecnológicas y de conectividad para la creación del conocimiento (la brecha digital no puede ser la causa de una evaluación negativa de los aprendizajes y las competencias)”, dice el órgano consultivo. Es más, quiere que lo que se ha trabajado a distancia se valore mucho hasta tal punto que, si el alumno aprueba, le sirva para recuperar los trimestres anteriores, si los ha suspendido. Aunque matiza que “la evaluación final tendrá en consideración las evaluaciones de los tres trimestres”.

EvAU: “Urge un temario común”

Sobre la EvAU, el órgano consultivo puntualiza que, una vez establecidas nuevas fechas en cada Comunidad Autónoma, convendría revisar la evolución de la pandemia, para ver si es necesario hacer una nueva propuesta. Eso sí, si se hace es “urgente” que cada comunidad autónoma fije qué estructura tendrá la prueba y temarios, algo sobre lo que debe haber consenso “para evitar posibles discriminaciones porque se trata de garantizar para todos los alumnos y alumnas del sistema educativo español las mismas condiciones de igualdad y justicia”.

Septiembre, para recuperar

Por último, sugiere que haya recuperaciones en el mes de septiembre para todo el que suspenda con el fin de aprovechar al máximo el tiempo de actividad lectiva en el mes de junio, sea esta a distancia o presencial y cree que las clases deberían acabar en junio.

Lo que proponen los expertos

Un informe reciente de la OIE concluye que si un alumno vuelve a clase en junio, equivaldría a perder un 11% de lo que se aprende en el curso escolar. Un estudio de expertos educativos (Ismael Sanz, doctor en Economía Aplicada; Jorge Sainz, catedrático en Economía Aplicada y Ana Capilla; coordinadora de Educación Superior, Ciencia y ETP de la OEI) sobre el impacto del coronavirus en la educación prevé, además, que aumentarán las tasas de abandono escolar. Por eso proponen la ampliación del Programa de Refuerzo Orientación y Apoyo al alumnado (PROA) para apoyar a los más rezagados y que se prioricen contenidos para que el impacto sea más suave. Sanz asegura que «una buena medida sería contratar nuevos docentes para lograr una atención más personalizada».

El informe deduce que “el cierre de los centros educativos en España podría reducir el salario de los alumnos españoles hasta un 1% cuando alcancen entre 30 y 40 años con lo que sería necesario que el alumnado tuviera mayor acceso a la formación a lo largo de su vida”. Y aquí jugaría un papel importante la educación a distancia que, desde su punto de vista, “puede ser una gran oportunidad, incluso para los alumnos con más dificultades en su aprendizaje”. No obstante creen que es fundamental que para ello los profesores tengan una formación adecuada en el uso pedagógica de las nuevas tecnologías.