Guardia Civil
700 euros, el precio que pagan los inmigrantes ilegales para llegar a Europa
Desarticulada una organización que había traaficado con mil personas, incluidos mujeres y bebés
Una cantidad, entre los 500 y los 700 euros por persona, incluidos bebés y niños, etra lo que cobraba una red de trata de seres humanos que llevaba inmigrantes africanos a Europa. La Guardia Civil y en colaboración con Mossos d´Esquadra han llevado a cabo la operación “Otiv-Baucar” en la que ha sido desarticulada una importante organización criminal internacional de tráfico de seres humanos, que había obtenido un beneficio de, al menos, 500.000 euros.
Han sido detenidas 12 personas, la mayoría de origen subsahariano y marroquí; y se han efectuado registros en las provincias de Burgos, Lérida y Barcelona, así como otros tres en Portugal; dos, en Alemania y una detención en Holanda. E identificadas cerca de 1000 víctimas, entre las que se encontraban mujeres y niños. también se han incautado dos kilos de marihuana.
Agentes de la Guardia Civil detectaron que una organización se encargaba de trasladar a Francia a un número elevado de inmigrantes indocumentados y bajo coacciones. Las víctimas eran de origen africano, entre los que era habitual encontrar menores y mujeres embarazadas. Eran captadas en sus países de origen para trabajar de manera irregular y en precario y eran trasladadas a España desde donde las distribuían a Francia, Bélgica y Alemania.
Les exigían un pago de unos 500-750€. Solían aprovecharse de la extrema vulnerabilidad en la que se encontraban. Llegaron a abandonar durante un viaje a un menor que no pudo pagar toda la cantidad exigida.
La parte de esta organización se encontraba asentada en España y estaba formada por ciudadanos subsaharianos que residían en la provincia de Lérida, donde disponían de un “piso-patera” del cabecilla de la organización, en la localidad de Roselló. Disponían de un segundo inmueble que empleaban de la misma forma en la localidad de Mataró (Barcelona), donde residían los restantes miembros de la organización.
Cada uno de los miembros de esta organización tenía una función diferenciada y obedecían una jerarquía clara. El líder a nivel internacional, apodado “el jefe”, era un individuo de origen centroafricano que residía en Portugal y Alemania. Tenía antecedentes en otros países europeos por favorecimiento de la inmigración irregular y presumía de llevar 25 años dedicándose a la misma actividad. Para aumentar los beneficios, montó una estructura societaria e inmobiliaria, que les permitió captar también a inmigrantes asiáticos (generalmente nepalíes, hindús, pakistaníes), que trasladaban desde Alemania a la península Ibérica.
Con esta infraestructura, realizaban viajes “NON STOP”, España- Alemania-Península Ibérica. Para ello, empleaban furgonetas alquiladas o alguno de los 12 vehículos de la organización a nombre de otras personas, que sobrecargaban con inmigrantes.
Se han contabilizado unos 90 viajes, con más de 1.000 víctimas. La organización tenía unas normas muy estrictas en el momento de los desplazamientos, las víctimas debían abonar el pago, no hablar con las autoridades si eran identificados, acordar un destino ficticio. Los menores de siete años debían ir sentados encima de otro ocupante -generalmente mujer- pero también pagaban su “viaje”.
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