Sociedad

Sanidad hace cuatro adjudicaciones exprés a la única empresa que acude a cada “concurso”

Contrató un vuelo chárter en un proceso sin publicidad por la «extrema urgencia» cuando apenas se registraban nuevas infecciones y había finalizado ya el estado de alarma

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, participa en un acto electoral del PSE junto a la candidata, Idoia Mendia.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa,acompañó el pasado viernes a la candidata del PSE a lehendakari, Idoia Mendia, en el acto central de campaña que los socialistas vascos celebraron en San SebastiánJavier EtxezarretaEFE

El Ministerio de Sanidad se ha abonado a las compras de servicios o materiales para el Covid-19 en las que la empresa adjudicataria es la única que puja por el contrato, sin que aparezcan otras que traten de hacerle competencia. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), el organismo en el que Salvador Illa delegó la adquisición de equipos en esta crisis y que ha estado envuelto en la polémica por los sobreprecios pagados en múltiples procedimientos a compañías desconocidas en el sector, ha protagonizado otros cuatro contratos en los que el gato al agua se lo ha llevado la única empresa que, aparentemente, estaba interesada en participar en el proceso.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) dio cuenta ayer de cuatro de ellos de una tacada. El primero hace referencia a la licitación del servicio de vuelo chárter desde Zhengzhou, en China, hasta Madrid, para el traslado de material. Como ha ocurrido tantas veces en este tipo de adjudicaciones, el tipo de procedimiento es «negociado sin publicidad acelerado» bajo la «situación de extrema urgencia», algo llamativo ya que la fecha de adjudicación fue el 25 de junio, una vez finalizado el estado de alarma tras la significativa reducción en el número de casos y de fallecimientos. El importe de este contrato es de 1,905 millones de euros y la compañía ganadora tiene el domicilio también de Barcelona, la provincia natal del ministro Salvador Illa, como muchas otras que han sido adjudicatarias en los procesos abiertos con carácter urgente durante la pandemia. Se trata de DSV AIR&SEA, S.A.U.C.

El firmante del acuerdo es, una vez más, el director general del Ingesa, Alfonso Jiménez Palacios. Esta compañía es, precisamente, la ganadora de otro procedimiento publicado en el BOE en el que, de nuevo, sólo participó ella. Se trata de un proceso «negociado sin publicidad acelerado» bajo la justificación de «situación de extrema urgencia», que se materializó el 5 de junio, esta vez dentro del estado de alarma pero en un momento en el que la reducción de infecciones y decesos era palpable, ya en plena desescalada. El importe es idéntico, de 1,905 millones, y se abona también por la prestación de un servicio de vuelo chárter para el traslado de material desde Zhengzhou a Madrid. La formalización lleva la firma de Palacios.

El BOE da cuenta también de otro contrato sellado por Ingesa, aunque esta vez la rúbrica es del director del Centro Nacional de Dosimetría. La finalidad es procurar servicio de mantenimiento y reparación de equipos de lectura de dosímetros de este centro y, a diferencia de los anteriores, el tipo de procedimiento de adjudicación es abierto simplificado. Sin embargo, sólo concurre una empresa, que es la elegida. Se trata de Aplicaciones Tecnológicas, S.A., y la formalización consigna genéricamente que se encuentra en España,. El importe del servicio es de 99.365 euros. Finalmente, el BOE da cuenta de otro contrato para la adquisición de 25 dispositivos de ventilación mecánica, sin especificar la marca. Aunque el anuncio de su formalización se pruduce ahora, la adjudicación es del 16 de abril. El tipo es, una vez más, «negociado sin publicidad» bajo la «situación de extrema urgencia» y el ganador, la única empresa que se presentó, es Medtronic Ibérica, S.A. El importe total de estos dispositivos es de 462.500 euros, con lo que cada uno ha costado 18.500 euros, un precio muy inferior al que llegó a pagar el Ingesa en uno de los contratos más polémicos que ha suscrito hasta la fecha: el de Tec Pharma Europe, S.L. Diez días antes de firmar el contrato con Medtronic, el 6 de abril, el Ingesa selló con la firma ubicada en Armilla, Granada, la adquisición de 200 respiradores Eternity SH-300 por un importe cada uno de 49.610 euros, cuando su valor de mercado no superaba los 20.000 euros.