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12 DE JULIO DE 2020 Nº 116 ANÁLISIS Innovación para el futuro Por Pedro Duque P. 4 y 5 INNOVADORES by Inndux es una publicación de INNDUX DIGITAL GROUP S L. Tel: 960 263 499 innovadores@inndux.com EMPRESAS Qualtrics, cuando la gestión de la experiencia vale 8.000 millones de dólares P. 2 SEGURIDAD Trend Micro quiere «tumbar a los ‘chicos malos’» junto a la policía desde la nube P. 7 SALUD Nacer gracias a los nuevos modelos de reproducción asistida 4.0 P. 6 y 7 AGROTECH La biotecnológica AleoVitro usa los análisis citoquímicos para salvar plantas en peligro de extinción, ‘domesticar’ setas o encontrar el lúpulo autóctono con el que hacer cerveza Un investigador de AleoVitro en el laboratorio E l lúpulo es uno de los ingredien- tes esenciales de cualquier cer- veza y el responsable de su ca- racterístico amargor, aroma y sabor. Nuestro país es el sextomayor produc- tor europeode esta planta y el décimo a nivelmundial, conuna particularidad: el 95% se origina en un único punto, la ribera del ríoÓrbigo enLeón. Con el fin de ampliar la superficie de cultivo a otras regiones, contando con distintas variedades que permitan cer- vezas con matices diferentes, hay pro- yectos que están tratando de extender laproducciónde lúpuloenzonas como el País Vasco. Allí, una firma biotecno- lógica -AleoVitro- es la encargada de buscar esas variedades que conformen las cervezas 100% vascas del futuro. «Somos especialistas en la selección dequimiotipos: plantas que son iguales pormorfologíaperocuyas propiedades químicas son completamente distin- tas», explica Eneko Ochoa, CEO de la empresa. «Cogemos las excepciones más relevantes y las propagamos de manera fiel y segura in vitro, sin pató- genos ni enfermedades. Con ello con- seguimos una calidad material vegetal muy reseñable». Enestecaso,AleoVitro trabaja codo con codo con la asocia- ción de cerveceros artesanos vascos y la Universidad del País Vasco desde hace seis meses. Su objetivo es encon- trar aquellas variedades autóctonas de lúpuloque tengan lasmejores aptitudes cerveceras o para fibra lupulada, recu- perando los ejemplares más interesan- tes de la naturaleza y produciéndolos a gran escala. El hecho de contar con una empresa biotecnológica enunproyecto así no es casualidad. Como comenta Ochoa, su firma ya lleva más de un lustro (desde que surgió como ‘spin-off’ del Parque Tecnológico de Bizkaia) juntando «la química orgánica y la biología botáni- ca» con un sinfín de aplicaciones en el sector agrícola y farmacéutico. De he- cho, AleoVitronacióconunnichomuy específico enmente que luego se ha ido ampliando: el desarrollode bioestimu- lantes para micorrizas asociadas a es- pecies vegetales de alto valor añadido, como setas o trufas. Gracias a su traba- jo, se pudo ‘domesticar’ la producción de setas como el Pleurotus Eryngii, el Boletis Edulis y la Terfezia Arenaria. Pugnaporellúpulodecerveza:esta biotechvascaretaaltronoleonés En colaboración con el CSIC, esta empresa también logró«salvar» laplan- taendémicadeSierraNevada Artemisia granatensis , conocida como ‘manzani- lla real’. «Hemos rescatado esta planta, está enuna situación infinitamenteme- jor que antes. Es una de las plantasme- dicinales más antiguas de Europa, co- nocida desde el siglo XII, y una de las que estaba más en peligro», presume Eneko Ochoa. Por su labor con este proyecto, la Junta de Andalucía ha re- conocido a AleoVitro como entidad colaboradora para recuperar especies en extinción Pero es que las aplicaciones del bio- análisis y la citoquímica son práctica- ALBERTO IGLESIAS INNOVADORES mente infinitas, casi tanto como la he- terogeneidad de proyectos en los que Ochoa y suequipode seis profesionales están inmersos. Enel ámbito farmacéu- tico, AleoVitro está investigando nue- vos medicamentos contra enfermeda- des como la malaria o la tuberculosis a partir de plantas. También están mi- diendo la concentración en sangre de losmedicamentos enanimales de labo- ratorio para evaluar su efectividad, en proyectos financiados por la Funda- ción Bill y Melinda Gates. Además de un proyecto incipiente que tiene que ver conel cannabismedicinal y, encon- creto, con el análisis citoquímico y el control de las propiedades de estaplan- ta. «Ya se nos hanacercadouna empre- sa española y dos internacionales que están valorando esta tecnología para entendermejor las propiedades quími- cas de las variedades de cannabis me- dicinal», adelanta Eneko Ochoa. Incluso sus miras se han ampliado tanto que se salen del marco puramen- te agrícola o farmacéutico, llegando a las personas directamente. En ese sen- tido, AleoVitroestá iniciandounnuevo nicho de negocio consistente en el de- sarrollo de perfiles metabólicos perso- nalizados para deportistas profesiona- les. «Queremos ayudar a la suplemen- tación personalizada que evite los cócteles masivos, con una cuantifica- ción precisa y que evite las tentaciones del dopping» , añade el CEO de la casa. Creando ecosistema innovador Eneko Ochoa enfrentó la cruda realidad de tratar de hacer innovación en nuestro país: «Todos los proyectos biotecnoló- gicos fracasaban por falta de financiación. Al final, solo teníamos dos opciones: hacer las maletas e irnos fuera o montar un proyecto propio». Quizás por esas dificultades, AleoVItro ahora colabora en conformar un ecosiste- ma biotecnológico abierto, con los colegios profesionales de química o la UPV.

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