Caso Madeleine McCann

Guerra abierta por Madeleine: Alemania tiene prisa por cerrar el caso mientras Portugal busca en 20 pozos

El Tribunal de Justicia de la UE decidirá en las próximas horas si el principal sospechoso fue encarcelado de forma irregular y debe ser puesto en libertad

Madeleine McCann y el sospechoso de su desaparición, Christian Brueckner
Madeleine McCann y el sospechoso de su desaparición, Christian BruecknerBildLa Razón/Diario Bild

El caso de la desaparición de Madeleine McCann sigue viviendo situaciones incomprensibles, que no ayudan a la resolución del caso y que en cierta manera siembran la inquietud en la familia de la niña británica desaparecida del apartamento de Praia da luz en el que la familia pasaba unos días en mayo de 2007.

Las autoridades alemanas y las portuguesas siguen con su particular batalla a ver quién logra llevarse el gato al agua y lograr resolver el caso. O eso es lo que sus formas de actuar demuestran. La Policía Judicial portuguesa ha decidido reabrir el caso después de las evidencias presentadas por la fiscalía alemana, que sitúan en el punto de mira al pedófilo Christian Brueckner, encarcelado en Kiel por un caso de tráfico de drogas y que podría quedar libre en los próximos meses si la justicia alemana acepta el recurso contra la sentencia que lo condenó a 9 años de prisión por haber violado a una turista norteamericana de 72 años en Portugal.

Así, la Policía Judicial ha realizado nuevos interrogatorios y ha rastreado tres pozos situados a unos 20 kilómetros del lugar de los hechos. La búsqueda no fue fructífera, por lo que ahora afrontan una segunda fase de búsqueda. Con el apoyo de bomberos, algunos de ellos de la brigada subacuática se preparan para registrar otros 20 pozos de la zona en las próximas semanas.

La idea que manejan los investigadores es que Brueckner pudo secuestrar a la niña y la mató poco después. para eliminar las pruebas, el sospechoso habría abandonado el cuerpo en algún lugar cercano a Praia da Luz. ya que pocos días después viajaría a España a visitar a un amigo en la alpujarra granadina y viajaba solo.

Por su parte, las autoridades alemanas anunciaron que los investigadores portugueses no están trasladándoles ninguna información acerca de sus nuevas actuaciones y aunque ellos siguen adelante con su investigación, tiene claro que el caso quedará cerrado en pocos meses.

La policía alemana indicó que la investigación está en su fase final y tomarán una decisión sobre si lo acusan formalmente o no “en cuestión de meses”. El fiscal de Braunschweig, Hans Christian Wolters advirtió que su equipo no tenía planes de “alargar esto innecesariamente”.

Esta noticia se produce horas antes de que mañana la justicia decida si pone en libertad a Brueckner, que ya ha cumplido las dos terceras partes de su condena por tráfico de drogas y que permanece en prisión hasta que se decida sobre el recurso presentado por su defensa contra el juicio por abusos sexuales de una turista norteamericana. Sus abogados han apelado por un tecnicismo legal y el Tribunal de Justicia de UE tiene que decidor en las próximas horas.

La policía alemana añadió decidirán si lo acusan o no “dentro de unos meses”, mientras que Wolters, le dijo a “The Sun” que “tenemos interés en mantener a nuestro sospechoso bajo custodia. Esto nos da acceso a los interrogatorios en caso de una acusación. No nos esforzaremos por alargar esto innecesariamente. Trazaremos una línea en algún momento y veremos en qué punto estamos y decidiremos si seguimos adelante o no”.

Brueckner, de 43, es un pedófilo condenado, que llegó a Portugal en 1999 tras cumplir condena en Alemania por abusar de una niña. Durante seis años vivió en una casa de campo rodeada de pozos y en la que una imagen de satélite sitúa una furgoneta como la suya días después de la desaparición de Maddie.