Renovables

La oportunidad de la revolución verde para la industria y el empleo

España y Portugal precisarán de un volumen de inversiones cercano a los 17.000 millones de euros al año en el sector eléctrico hasta 2030 para cumplir con los objetivos de descarbonización recogidos en sus planes de energía y clima, según los cálculos de Moody’s

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, en el complejo eólico marino Wikinger
El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, en el complejo eólico marino WikingerLa RazónLa Razón

El Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) diseñado por el Gobierno de España prevé unas inversiones totales de 241.000 millones de euros para el periodo 2021-2030, de las que el 24% se destinará a redes y electrificación, el 38% a renovables, el 35% a eficiencia energética y el 3% restante a otras medidas. Este esfuerzo inversor es también de calado en Portugal, ya que la hoja de ruta hacia la descarbonización del Ejecutivo luso prevé un desembolso de entre 400.000 y 430.000 millones entre 2016 y 2030.

En su estudio sobre el sector energético de la Península Ibérica, la agencia de calificación también calibra las consecuencias derivadas de la Covid-19. Precisa que la pandemia ha sido «el último clavo en el ataúd» para la generación con carbón, que ya sufrió en 2019 la presión de las nuevas condiciones de mercado, con unos precios más altos para el CO2. Moody’s concreta que las centrales basadas en esta tecnología dejarán de estar operativas en 2022, completando así un proceso de cierre iniciado de forma pionera en España por Iberdrola en 2017 y después de que esta tecnología representase apenas el 2% del mix de generación el pasado mes de agosto. Este contexto propiciará que se acelere el despliegue de renovables. La firma apunta que estas fuentes de generación sumarán alrededor de 18 GW de nueva capacidad en 2025 en España y Portugal, integrados principalmente por energía eólica terrestre (6 GW) y solar (11 GW), pero también por hidroeléctrica (1,2 GW).

Los analistas de Moody’s destacan que este cambio de escenario conllevará «oportunidades y desafíos» y señalan que Iberdrola será uno de los principales agentes de este escenario, ya que tiene una masa crítica en renovables que genera economías de escala, así como capacidades comerciales y acceso a grandes clientes.

Pantallas en Times Square anunciando la incorporación de Iberdrola al Nasdaq Sustainable Bond Network NSB
Pantallas en Times Square anunciando la incorporación de Iberdrola al Nasdaq Sustainable Bond Network NSBLa RazónLa Razón

El grupo energético liderado por Ignacio Galán se adelantó hace 20 años a esta nueva realidad, poniendo en marcha una apuesta sin precedentes por las renovables que le ha llevado a destinar inversiones de más de 100.000 millones desde 2001.

La compañía va a seguir acelerando su estrategia de descarbonización de la economía con un volumen de inversión este año de 10.000 millones de euros –el doble que la media de años anteriores– en renovables, redes inteligentes, almacenamiento y otras tecnologías, con las que contribuirá a reactivar la economía, impulsar la industria local y generar empleo. Además, hasta junio adelantó pedidos a sus proveedores por cerca 7.000 millones de euros, para contribuir al mantenimiento de los más de 400.000 empleos que genera la compañía en toda su cadena de valor. En 2020, el grupo contratará a 5.000 personas, dando nuevas oportunidades a los jóvenes.

En España, Iberdrola despliega el proyecto renovable más ambicioso del país, con el desarrollo de miles de MW eólicos y fotovoltaicos en los próximos años y la contribución al desarrollo del tejido industrial y el empleo local. Entre los proyectos más singulares –tras poner en operación en abril la planta fotovoltaica más grande de Europa– se encuentra la obra de construcción más compleja que se realiza en España: 130 MW situados en cuatro parques eólicos en una orografía muy compleja –la montaña asturiana–, de difícil acceso, con pendientes pronunciadas y curvas de hasta casi 180º. Otro ejemplo se encuentra en el complejo eólico Herrera, en Burgos, integrado por los aerogeneradores de mayor potencia instalados hasta ahora en el país.

En Portugal, Iberdrola ha reforzado recientemente su apuesta por las renovables, tras adjudicarse hace un mes el punto de conexión a la red para un proyecto híbrido fotovoltaico en el Algarve de 83 MW de potencia, con 14 MW de almacenamiento. De esta forma, alcanza en el país luso los 1.519 MW de capacidad renovable, tanto tecnología hidroeléctrica, como eólica, fotovoltaica y de almacenamiento.

En este país, la compañía avanza en el desarrollo del proyecto hidroeléctrico del Tâmega, uno de los mayores complejos hidroeléctricos en Europa en los últimos 25 años. Con una inversión superior a los 1.500 millones de euros, que incluye la construcción de tres presas y tres centrales (Gouvães, Daivões y Alto Tâmega) y una central de bombeo, que se convertirá en uno de los mayores almacenamientos de energía del continente

Entre enero y septiembre, la capacidad instalada vinculada a renovables de Iberdrola creció un 8,4% y alcanzó los 33,7 GW –16,7 GW en Españ–, mientras que su producción libre de emisiones se situó en el 75% en todo el mundo y en el 83% en el caso de España. La compañía mantiene en cartera proyectos renovables que superan los 58 GW.