Coronavirus

Sanidad no aprobará el toque de queda sin el estado de alarma

El ministro asegura a las autonomías que en caso de adoptarse la medida, afectaría sólo a la movilidad, pero necesitaría de respaldo jurídico

Con un balance que supera el millón de contagios y una epidemia fuera de control, el Ministerio de Sanidad ha aprobado un plan para establecer criterios comunes de actuación y que prevé, entre otras medidas, confinamientos e incluso estados de alarma de corta duración en aquellos territorios más castigados. El documento «Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de Covid-19», que se basa en los dos borradores anteriores, se aprobó ayer en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, pese a que Madrid y País Vasco no lo respaldaron.

Habrá confinamientos, pero no toques de queda, según avanzó ayer el ministro de Sanidad Salvador Illa, que compareció en rueda de prensa junto con la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. Aunque lo solicitaron ayer en el Consejo Interterritorial los consejeros de Salud de comunidades como Castilla y León, Valencia y Castilla-La Mancha, siguiendo los pasos de Madrid, que lo hizo el pasado martes, Sanidad prefiere esperar a poner en marcha esta herramienta que ya han implementado países de nuestro entorno. Ponerlo en práctica tendría implicaciones legales que requieren tiempo.

Algunos gobiernos regionales como el de Isabel Díaz Ayuso pidieron al ministro de Sanidad, en este órgano de coordinación sanitaria autonómica que aclarase si las limitaciones nocturnas que se derivarían de la implantación de ese toque de queda serían de actividad o también a la movilidad. Una disyuntiva importante de cara a la cobertura legal. El ministro apuntó, según fuentes de la reunión, que en caso de tomarse dicha medida serían de movilidad, pero para ello faltaría una decisión de tipo jurídico. La versión oficial que dio Illa en rueda de prensa es que no hay consenso en las comunidades y que se seguirá debatiendo en futuros consejos. Según apuntó, para poder implementarlo el mecanismo jurídico que mejor se ajusta es el Estado de Alarma.

Aunque son varias comunidades las que lo han solicitado, únicamente funcionará por ahora en Valencia y Granada. El Ejecutivo andaluz lo ha decretado este domingo para Granada y 30 municipios de su área metropolitana entre las 23:00 y las 6:00 de la madrugada, una decisión que está pendiente del aval del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). «Apoyo la medida que han tomado. Nosotros ya hemos dicho que el instrumento jurídico óptimo para decretar las restricciones nocturnas con carácter generalizado es el estado de alarma como instrumento para hacerlo», reiteró el ministro de Sanidad.

Cinco autonomías sin riesgo

A lo que sí dio luz verde el Consejo Interterritorial fue al nuevo plan de Sanidad de respuesta coordinada para atajar esta segunda ola. El documento establece cuatro alertas según sea la incidencia acumulada a 14 y 7 días, la tasa de positividad, así como el nivel de ocupación hospitalaria y de camas de Cuidados Intensivos, entre otros. Según los nuevos indicadores establecidos por Sanidad todas las comunidades autónomas, salvo Canarias, Baleares, Cantabria, Valencia y Galicia, tienen actualmente una «transmisión comunitaria no controlada y sostenida que excede las capacidades de respuesta del sistema sanitario». En estos territorios se contemplaría la posibilidad de restringir la movilidad e, incluso, activar el estado de alarma durante 14 días. Unas drásticas actuaciones que afectarían a aproximadamente 35 millones de personas.

Aunque Simón no quiso detallar en ruedas de prensa en qué escalón de riesgo se encuentra cada comunidad, atendiendo al balance presentado ayer por Sanidad, en alerta 4 podrían situarse Aragón, Castilla y León, Cataluña, Madrid, Navarra, La Rioja y las ciudades de Ceuta y Melilla, cuyas competencias sanitarias son del Gobierno central. La alerta 4 se decretará, según este documento, cuando un territorio tenga incidencias acumuladas en los últimos 14 días de más de 250 casos por cada 100.000 habitantes, una tasa de positividad que supere el 15% y cumpla, además, con uno de estos dos criterios o los dos: ocupación hospitalaria superior al 15% y de las camas de UCI de más del 25%.

Otras seis comunidades, si bien están un escalón por debajo, también presentan riesgo elevado. En nivel 3 se encontrarían: Andalucía, Asturias, Castilla-La Mancha, Murcia y País Vasco. Para decretar ese riesgo alto que no llega a ser extremo los parámetros son los siguientes: incidencias acumuladas a 14 días de entre 150 y 250 casos; una tasa de positividad de entre el 10% y el 15%, así como cumplir uno de estos dos indicadores o ambos: una ocupación de camas de planta por enfermos Covid de entre el 10% y el 15% y del 15% al 25% en las UCIS.

Para los niveles de alerta 3 y 4 , el documento recomienda a la población «salir del domicilio sólo lo necesario, evitando los espacios cerrados» y valorar «la limitación de entradas y salidas del área territorial evaluada», así como restricciones en ámbitos como la hosteleria, las residencias de ancianos y universitarias, las actividades al aire libre, etc. Eso sí, en cualquera de los ascenarios de riesgo la prohibición del ocio nocturno en todo el país continuará estando vigente.

Si se llega al nivel de riesgo extremo, además de las actuaciones del nivel 3, se tomarán medidas adicionales excepcionales, aunque no se concreta ninguna. Lo que sí explicitan es que en el caso de que su puesta en marcha requiera la activación del Estado de Alarma, las comunidades autónomas serán las que lo deban solicitar, aunque no cierra la puerta a poder decidirlos desde la Administración central.

En estos dos escenarios también se aconseja teletrabajar siempre que sea posible, la limitación de las reuniones sociales a un máximo de seis personas.

En la hostelería, además de valorar cierres a las 22:00 y cierre en interiores, se impone una limitación del aforo en exteriores del 75% y un límite para la admisión de clientes a las 22:00, con cierre a las 23:00. Las medidas se van relajando según se rebaja el nivel de riesgo. En el dos, por ejemplo, ya se permiten reuniones de hasta 10 personas y la apertura de aforos en los interiores de bares y restaurantes del 50%.