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Las sociedades médicas denuncian que las farmacias no están capacitadas para hacer test de la Covid-19

Cargan contra el proyecto y alertan del riesgo de contagio para usuarios y trabajadores de las boticas

Un farmacéutico realiza una prueba serológica de Covid-19 en la Farmacia Mónica Muradas, en O Carballiño, Orense, Galicia (España)
Un farmacéutico realiza una prueba serológica de Covid-19 en la Farmacia Mónica Muradas, en O Carballiño, Orense, Galicia (España)Rosa VeigaEuropa Press

La Federación de Asociaciones Científico-Médicas Españolas (Facme), que representa a 46 sociedades médicas, se ha sumado a las críticas contra el proyecto de permitir que las farmacias realicen test de detección de la Covid-19 que pretenden emprender comunidades como Madrid. En un comunicado, asegura que la propia estrategia de detección precoz, vigilancia y control de la Covid-19 de la Comunidad de Madrid, “que está acorde con el conocimiento científico actual, desaconseja la realización de tests rápidos del modo que se sugiere”. Facme, cuyo presidente era hasta hace meses Antonio Zapatero, hoy viceconsejero de Sanidad de Madrid, asegura además que “si se trata de test antigénicos rápidos se requiere la realización previa de un frotis nasofaríngeo con la técnica correcta por parte de personal con la competencia legal para ello y entrenado en la técnica, lo que no incluye a los farmacéuticos. Adicionalmente, aun en el caso de entrenamiento previo, los resultados con esta técnica sólo están validados para el diagnóstico de personas sintomáticas en sus primeros cinco días de síntomas. Por este motivo, estaría claramente desaconsejado que las personas en esa situación de enfermedad -altamente contagiosas- acudan a las oficinas de farmacia a realizarse este tipo de pruebas, debido al alto riesgo de contagiar a los usuarios y trabajadores de la oficina. La indicación de test en pacientes que tienen síntomas por la infección del SARS-CoV-2 la debe realizar un facultativo en base a criterios clínicos en los que se basará para tomar otras decisiones tales como completar el diagnóstico con PCR, solicitar otras pruebas, instaurar tratamiento, etc.”.

Facme, que se opone también a realizar pruebas en las farmacias a los asintomáticos, recuerda además que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso de test rápidos de anticuerpos sólo está recomendado “para determinadas situaciones y estudios, y con fines de investigación. Las pruebas de detección rápida de anticuerpos no se consideran adecuadas para el diagnóstico de infección aguda”, y que “no se recomienda la realización de cribados mediante la realización de pruebas serológicas por las dificultades de interpretación de los resultados en personas asintomáticas y de bajo riesgo y las implicaciones en su manejo”. Facme postula que, en lugar de permitir que las farmacias realicen los test, se faciliten los recursos necesarios “para mejorar las actividades de rastreo y detección de contactos y revisar lso criterios de detección en contactos estrechos, y reforzar la atención primaria de salud en sus actividades de atención y diagnóstico rápido con el objetivo de minimizar los contagios y la extensión del virus”. Dicha declaración se produce, curiosamente, en un momento en el que Madrid figura entre las mejores comunidades de todo el país en incidencia acumulada de casos por 100.000 habitantes, al descender las infecciones más de un 50% en menos de 50 días. Otras regiones que presumían de rastreadores como La Rioja, o de la potencialidad de la atención primaria están al borde del colapso sanitario por la saturación de las unidades de cuidados intensivos o se muestran incapaces de controlar el virus, después de cierres perimetrales severos o la clausura de la hostelería.