Sucesos

“El deterioro físico y mental que padezco...”, la carta de auxilio de Rosario Porto

La madre de Asunta Basterra escribió a los medios de comunicación para defender su inocencia, en lo que en realidad era una petición de ayuda desesperada por el miedo a ser condenada

Rosario Porto y Alfonso Basterra , los dos principales acusados de la muerte de su hija Asunta Basterra
Rosario Porto y Alfonso Basterra , los dos principales acusados de la muerte de su hija Asunta Basterralavandeira jrAgencia EFE

Rosario Porto nunca reconoció su responsabilidad en la muerte de su hija. Siempre trató de demostrar su amor por ella y trató de proclamar su inocencia de todas las maneras posibles. Durante el juicio, en sus declaraciones ante el juez y también quiso trasladar su mensaje a la sociedad mediante cartas enviadas a los medios de comunicación. Esas cartas, en realidad eran una petición de auxilio de alguien con un sentimiento de pánico por lo que pudiera pasar a partir de ese momento. el de una persona con problemas psicológicos que en realidad estaba pidiendo ayuda a gritos.

Una de las cartas que envió desde la cárcel de Teixeiro y escrita de puño y letra por ella, se la hizo llegar al equipo de “Espejo público” en Antena 3 el 10 de octubre de 2014. En ella insistía en su inocencia y en la necesidad de encontrar a los verdaderos culpables: "Mientras me quede el más mínimo aliento seguiré luchando por lo que considero fundamental, verdad y justicia”.

En el manuscrito se quejaba amargamente del tratamiento que se había dado al caso de la muerte de su hija adoptiva: “Llevo un largo año resistiendo mentiras, calumnias y filtraciones interesadas, descontextualizadas y por lo tanto malinterpretadas que no concuerdan con la verdad”. Y lamentaba que la sociedad la culpara de los hechos. “Me resulta aniquilador que la descabellada atrocidad del que pretenden acusarme permanezca en el imaginario colectivo. Mientras el desalmado que lo hizo continua sin pagar por su crimen”.

De hecho, Porto reclama que se encuentre al responsable “malnacido” del crimen y que le “le aplique el ojo por ojo” de la ley del talión. En su intento disparatado por culpar a alguien de lo que sólo ella y su ex marido eran responsables, se dedicó a intentar desacreditar la investigación, a los medios de comunicación...

Pero después de disparar hacia todas partes, Porto reconoce que su estado mental no es bueno y que necesita ayuda, aunque no la pida directamente: “El deterioro físico y mental que padezco agravado en los últimos tiempos han agravado mi existencia”.

El cambio de Porto desde el crimen hasta la carta remitida a Antena 3 es muy notable. Un año antes escribió a “El Programa de Ana Rosa” y esgrimía los mismos argumentos: críticas a la investigación a los periodistas, al tratamiento informativo. Pero era más fría, dura y contundente. Además no dejaba ver sus debilidades, sus padecimientos, su sufrimiento.

En esa misiva, escrita pocos meses después de encontrarse el cuerpo de Asunta, Porto mostró su perfil más profesional, el de una abogada que pide que se respeten sus derechos y que se deje trabajar a la justicia. Una carta en la que pide respeto a la intimidad de una familia que ha sufrido un golpe atroz y que quiere que se respete su presunción de inocencia.

Contenido íntegro de la carta:

Estimado Sr. Fusté, Tal y como usted presumía son muchas las peticiones que he recibido para intervenir en diversos medios de comunicación. Por ello, desde un principio, tomé la firme decisión de no participar en ninguno de ellos. De todas las falsas afirmaciones que se han vertido sobre mí, casi la única la única cierta es que soy una persona discretísima y muy celosa de su privacidad. Imaginará usted cómo puedo sentirme al ver mi intimidad profundamente violada.

Sin embargo, por el tono de su carta y su correctísima forma de dirigirse a mí, he pensado que su compañera Neus Sala y usted merecían una respuesta mía. Insisto, por el fondo y por la forma de su carta, seguro que realizan un programa muy serio. Las circunstancias que rodean el fallecimiento de mi hija, considero que no son de interés para nadie más que –por desgracias- para los directamente afectados.

Pero, por si el dolor de esta terrible perdida no fuera suficiente, he tenido que asistir atónita feo, feroz y absurdo sensacionalismo. Comparto con ustedes la perplejidad por las múltiples irregularidades que considero se han cometido, y se siguen cometiendo en la investigación e instrucción del crimen de mi hija.

Tan sólo confió y espero que todas ellas sean puestas en evidencia cuando se levante, el tantas veces vulnerado, secreto de sumario. De la misma manera que les agradezco que manifiesten su creencia en la presunción de inocencia, tan poco presente en la deontología periodística de este país. Y, precisamente porque mi inocencia tan sólo debe ser contrastada y certificada con sede judicial, pretendo mantenerme apartada de los medios de comunicación de masas por completo, no tengo ninguna intención de participar en el circo mediático.

Aprovecho para reiterarles mi agradecimiento por la oportunidad que me brindan y que yo, educadamente, rechazo. Así mismo rogaría que si tratan ustedes el tema, lo hagan con el respeto y rigor que la memoria de mi hija merece. Atentamente les saluda, osario Porto