Cómo la Covid-19 no ha impedido la actividad de las UCIs neonatales

La pandemia de Covid-19 ha trastocado la estructura, organización y buen hacer de los profesionales sanitarios y de los hospitales, su forma de atender y de cuidar a los pacientes; un aspecto especialmente relevante en el caso de los bebés prematuros que se encuentran en las unidades de cuidados intensivos neonatales, y cuyos padres es conveniente además que estén junto a ellos para su progreso.

Actualmente en España un 7% de los bebés nacidos son prematuros, y la mayor parte de ellos lo hacen entre las semanas 32 y 37, según precisa la Sociedad Española de Neonatología. “Los nacidos antes de la semana 28 precisan de un cuidado mucho más especializado y presentan un mayor riesgo de complicaciones. Cada año en nuestro país nacen entre 1.000 y 1.100 bebés antes de la semana 28”, aclara la sociedad científica.

Desde la Fundación Nene, formada por expertos en Neonatología, recuerdan que la mayor vulnerabilidad de los prematuros tiene su origen en la inmadurez con la que nacen estos niños y el hecho de que muchas de sus funciones biológicas se completan fuera del seno materno.

“Esto puede acarrear que, sobre todo los más prematuros, desarrollen trastornos de salud y discapacidades relacionadas, principalmente, con el aprendizaje, la comunicación, la movilidad y los problemas sensoriales de tipo visual y auditivo, si bien, hay que destacar la positiva evolución de la salud de estos bebés, incluidos los nacidos con menos de mil gramos, que se ha producido en nuestro país en los últimos años”, celebran.

Según destaca Laura Martorell, especialista de la UCI Neonatal del Hospital Quirónsalud de Valencia, “está demostrado que la implicación de los padres en los cuidados de su hijo prematuro disminuye la duración de su estancia hospitalaria, mejora el bienestar del paciente y de la familia, aparte de que estimula el vínculo y mejora las tasas de lactancia materna”.

Mientras, el doctor Gonzalo Pin, jefe del servicio de Pediatría y de la Unidad de Sueño de Quirónsalud Valencia, ensalza la labor de las UCI neonatales de puertas abiertas puestas en marcha en su hospital, y a pesar de la pandemia, donde los niños, no sólo prematuros, pueden sentirse arropados por sus padres.

“En estas unidades se ha decidido integrar a las familias en el tratamiento, haciéndoles partícipes de las decisiones, y conociendo igualmente las dudas e intereses de los especialistas, ante los múltiples beneficios que se han constatado tanto en la progresión de los bebés prematuros, como en el estado y enfermedad del paciente menor, gracias al acompañamiento de los padres en todo momento”, valora el especialista.

El papel del piel con piel

“Gracias a las UCI de neonatales de puertas abiertas los Hospitales Quirónsalud Valencia y Murcia se garantiza el acceso de los padres para realizar el método canguro, donde piel con piel sobre el pecho de su madre o padre, el bebé prematuro permanece fisiológicamente más estable, incluso con soporte respiratorio y diferentes accesos venosos”, agrega a su vez Martorell.

Es más, a juicio de la la doctora Marta Granados, especialista de La UCI Neonatal del Hospital Quirónsalud de Murcia, los beneficios del ‘piel con piel’ son innumerables y algunos tan importantes como una mayor estabilidad en las constantes vitales y un mejor desarrollo cerebral.

“No existe mejor incubadora que el cuerpo humano. Además, intentamos que los padres se encarguen de forma progresiva de todos los cuidados de sus hijos, pasando a una ‘family room’ cuando la estabilidad del paciente lo permite”, afirma.

En concreto, los Hospitales de Quirónsalud Valencia y Murcia ofrecen a los padres sus UCI Neonatales de puertas abiertas para favorecer la presencia de la familia todo el tiempo posible, intentado que el bebé esté en método canguro la mayor parte del día, en contacto piel con piel con la madre o con el padre. Precisamente, ambos centros cuentan con la certificación ‘Applus Protocolo Seguro frente a la Covid-19’, que acredita su cumplimiento de los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia, no sólo en sus instalaciones, sino también en los protocolos a seguir entre sus sanitarios.

Así, y según destaca Martorell, especialista de la UCI Neonatal del Hospital Quirónsalud de Valencia, tanto el método canguro, como la leche materna, constituyen los pilares fundamentales para favorecer el neurodesarrollo del prematuro y el vínculo emocional con sus padres, sobre todo en la etapa actual de pandemia.

“Si hablamos concretamente de la leche materna se ha demostrado que cuanto menos dura una gestación, mayor concentración de factores inmunológicos existen en la leche, y que la leche pretérmino presenta una composición diferente a la madre de un niño a término. Es por esto que comenzamos a trabajar en la estimulación del pecho en la primera hora postparto para obtener esas primeras gotas de calostro, con millones de células vivas y múltiples factores inmunoprotectores, de vital importancia en el niño prematuro en el momento actual”, explica.

De hecho, organizaciones internacionales de referencia en materia sanitaria, como la OMS o UNICEF, instan a que todas las mujeres embarazadas y sus recién nacidos que sean positivo o sospechosos de estar infectados de Covid-19 tengan el derecho a recibir una atención de calidad, y a que su parto sea una experiencia “segura y positiva”. Por ello, según agrega Martorell, los servicios de atención al parto y de Neonatología de Quirónsalud Valencia y Murcia, y a pesar de la pandemia, siguen manteniendo su forma de trabajar con los prematuros y con sus familias.

Desde la Fundación Nene han lamentado en este sentido muchas de las restricciones Covid establecidas en algunas unidades neonatales nacionales en el contexto de la pandemia, ya que en su opinión “no han tenido en cuenta el carácter único y excepcional” que las medidas como el contacto “piel con piel”, así como la lactancia materna, tienen para favorecer el neurodesarrollo y la salud global de los bebés prematuros, y pese a las recomendaciones internacionales.