Covid-19

Maggie, la primera en recibir la vacuna: «Si yo puedo con 90 años, usted puede»

«Ahora podré pasar tiempo con mi familia y mis amigos después de haber estado prácticamente sola todo el año», asegura la mujer de 90 años que hizo ayer historia en Reino Unido

A las 6:31 de la mañana del martes, Margaret Keenan hacía historia. A punto de cumplir los 91 años, se convirtió en la primera persona del mundo en recibir la vacuna de Pfizer. Todo un símbolo en la lucha contra una pandemia global que se ha cobrado ya más de 1,5 millones de vidas a ambos lados del Atlántico. El bautizado como «día V» dio comienzo a la mayor campaña de vacunación de la historia del Reino Unido, que el pasado 2 de diciembre se convirtió en el primer país del mundo en aprobar la vacuna desarrollada por el laboratorio estadounidense y su socio alemán BioNTech tras demostrar ser segura y tener el 95% de protección, tanto para jóvenes como ancianos.

Con semblante sereno y sorprendida por la gran atención mediática, Maggie, como le gusta que le llamen, recibió la primera inyección en el Hospital Universitario de Coventry, centro de Inglaterra. En 21 días, tendrá que ponerse la segunda dosis. «Me siento una privilegiada de ser la primera persona en ser vacunada contra la Covid-19. Es el mejor regalo de cumpleaños. Adelantado porque significa que finalmente podré pasar tiempo con mi familia y mis amigos en Año Nuevo después de haber estado prácticamente sola todo el año», declaró Keenan a los medios, en medio del aplauso espontáneo que se creó en el hospital.

Oriunda de la localidad norirlandesa de Enniskillen, Maggie, madre de dos hijos y abuela de cuatro niños, agradeció al Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) por la forma en que la han atendido y aconsejó a la gente aceptar la vacuna. «Si yo la puedo recibir a los 90 años, entonces usted también puede», afirmó, animando así a la población.

La enfermera responsable de ejecutar el histórico pinchazo fue May Parsons, de origen filipino. Un gesto de lo más simbólico hacia los inmigrantes por parte de las autoridades de un país que se encuentra a punto de ejecutar ya a efectos prácticos la salida de la UE el próximo 31 de diciembre.

El Reino Unido sigue siendo parte de la Agencia Europea del Medicamento hasta que concluya el periodo de transición. Pero el regulador británico ha podido aplicar una cláusula legal que permite a los países de la UE tomar decisiones regulatorias de modo unilateral en circunstancia de «urgente necesidad pública», como es el caso de la actual pandemia.

Como si se tratara del mejor guión para una jornada histórica en el país, el segundo paciente en recibir la vacuna era un hombre de 81 años de Warwickshire llamado William Shakespeare.

Las primeras 800.000 dosis para los grupos de riesgo serán suministradas a través de 50 hospitales repartido por la cuatro naciones que componen el Reino Unido –Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte–. Los centros están preparados para la difícil logística ya que esta vacuna requiere un nivel de frío de 70 grados bajo cero. Las primeras dosis están destinadas a los mayores de 80 años y empleados del sector sanitario y de hogares de ancianos, aunque los residentes en sí tendrán que esperar a que la logística permita el traslado al lugar de la vacuna en los próximos días.

El primer ministro británico, Boris Johnson, acudió al hospital Guy’s de Londres para seguir de cerca el comienzo de este programa de inmunización y animó a la población a no tenerle miedo a la vacuna. «Es segura y es lo que es correcto hacer. Gracias a nuestro NHS (Sanidad pública), a todos los científicos que trabajaron tan duro para desarrollar esta vacuna, a todos los voluntarios», manifestó el primer ministro, que el pasado mes de abril tuvo que estar ingresado en la UCI tras contraer el coronavirus. Por su parte, el ministro de Sanidad, Matt Hancock, dijo sentirse emocionado aunque pidió cautela a la población. «Debemos seguir juntos en esto los próximos meses, debemos seguir respetando las restricciones sociales porque este virus sigue matando», recalcó el ministro, quien vaticinó que hasta Semana Santa no se llegará a «algo parecido» a la normalidad. El coronavirus ya se ha cobrado la vida de más de 60.000 personas en Reino Unido, que estaría ahora en el pico de la segunda ola.

De acuerdo con los reguladores, la vacuna será efectiva siete días después de que una persona reciba la segunda dosis, si bien existe algún tipo de protección doce días después de la primera.

El Reino Unido tiene comprometidas 40 millones de dosis, que permitirán vacunar a 20 millones de personas, pero se espera que pronto los reguladores también den su visto bueno a la vacuna de la Universidad de Oxford y la farmacéutica británica AstraZeneca que, a largo plazo, sería más fácil de implementar, ya que no requiere estar a tan bajas temperaturas y es más barata.

En el conjunto de la Unión Europea, la primera vacuna contra el coronavirus podría estar disponible para utilizarse antes del próximo 1 de enero si se cumplen los plazos mínimos y acelerados para la aprobación del prototipo que desarrollan la compañía estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech. La Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés), que analiza los datos de los ensayos clínicos en tiempo real, ha recibido la solicitud de la farmacéutica para la «aprobación condicional de mercado» y espera tener lista la autorización el 29 de diciembre «como muy tarde». Si la EMA concluye que el prototipo demuestra que los riesgos son menores que las ventajas, daría su visto bueno.