Tercera ola
Los datos desmienten a Simón: el rebrote empezó antes de las Navidades
Un análisis sitúa la subida de la incidencia y de la tasa de contagios ya en diciembre, y no el 8 de enero, como apunta el director del CCAES para responsabilizar a los ciudadanos
La teoría esbozada por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio, Fernando Simón, acerca de que hubo un cambio significativo de la tendencia de la pandemia de Covid-19 a partir del 8 de enero empieza a encontrar algunos detractores. Es el caso de Francesc Pujol, economista cuyos análisis estadísticos de la evolución de la enfermedad que realiza en Twitter sobre la base de los datos oficiales del propio Ministerio de Sanidad están siendo seguidos por centenares de sanitarios por su agudeza y su utilidad para predecir lo que va a ocurrir.
En un informe centrado en la declaración de portavoz científico del Gobierno en esta crisis de salud pública, Pujol sostiene que es imposible justificarla. Según apuntó Simón a la vuelta de las vacaciones navideñas, «los modelos desarrollados indican que ha habido un cambio significativo de la tendencia en torno al 8 de enero, que está asociado a un periodo de transmisión muy corto, de dos o tres días, aproximadamente antes, en torno a fin de año».
Añadió que «este cambio nos pone en una situación complicada. Hay un riesgo con respecto a la segunda ola. Ahora ha habido una concentración de casos mayor en apenas unos días». Del análisis de Simón se infiere que ese cambio de tendencia pudo originarse diez días, en la semana que transcurre entre el 25 y el 31 de diciembre, lo que le permite responsabilizar a la población por su supuesta conducta irreflexiva durante las fiestas navideñas. «Lo dije el otro día y sé que despertó discusión. Queramos o no todos somos conscientes de que en Navidad, se recomendara lo que se recomendara, siento decirlo, lo pasamos mejor de lo que a lo mejor debíamos haberlo pasado», apuntó.
Pujol rechaza esta tesis y subraya que «los datos brutos son tan claros que no hace falta ningún modelo sofisticado para concluir que la tendencia había cambiado mucho antes y que ese cambio de tendencia no era sólo visible, sino que era evidente».
El economista utiliza los propios datos divulgados el 15 de enero por el CCAES que dirige Simón para desmentir a este último y apuntar en base a ellos que hay confirmación de crecimiento de casos desde mediados de diciembre y que la tendencia desde finales de diciembre –no desde el 8 de enero– «significa descontrol».
Pujol alude incluso a las estadísticas de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica para remarcar que muestran el inicio de crecimiento desde finales del mes de noviembre y el cambio de tendencia desde finales de diciembre. Otro dato que apunta esta tesis de que el cambio de tendencia no se produce el 8 de enero, como apunta Simón, sino antes, se encuentra en la tasa de contagios, conocida por los epidemiólogos como Número Reproductivo Básico Instantáneo o Rt.
Según Pujol, «se activa de manera clara y visible a finales de diciembre, no el 8 de enero». A su juicio, «la verdad palmaria es que muchas comunidades autónomas estaban descontroladas antes de las Navidades, y desde sus propios gobiernos autonómicos como desde la coordinación central ese descontrol se ha ignorado». Añade que bastantes comunidades estaban «en niveles de incidencia acumulada definidas por ellos mismos en octubre como de emergencia». Esta incidencia crecía la semana antes de Navidad y en la previa a Año Nuevo.
«Simón puede escudarse o creerse sus modelos que le dicen que las cosas han cambiado a partir del 8 de enero. Pero si se lo cree y lo transmite a la población, muestra incapacidad de anticipar la evolución evidente y de guiar, que es su función», subraya, pidiendo a epidemiólogos, salubristas, virólogos, microbiólogos, intensivistas, veterinarios, especialistas en calidad del aire, sociólogos, psicólogos, economistas y expertos en innovación social la creación de un comité «autónomo amplio e independiente de expertos para publicar información semanal», con el fin de que empresas, centros educativos y otras organizaciones sepan tomar mejores decisiones.
Tras las declaraciones de Simón subyace el mensaje de que la situación estaba controlada antes de fin de año y que por eso bastaba recomendar sin necesidad de prohibir, pero una supuesta actitud irresponsable ha llevado a que la situación se deteriore, lo que justificaría la adopción de medidas excepcionales. Los datos que aporta Pujol desmontan el diagnóstico oficial.
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