Sobrepeso

La pandemia engorda

Exactamente, 5,7 kilos. Esa la media de peso que ha cogido cada español desde marzo de 2020. Somos el sexto país del mundo y el primero de Europa donde más gente reconoce haber engordado (38%), por delante de Italia (35%) y Gran Bretaña (32%).

La bollería es uno de los ejemplos de alimentos ultraprocesados
La bollería es uno de los ejemplos de alimentos ultraprocesadoslarazon

Es un efecto dominó. Cuando un acontecimiento impacta de un modo tan dramático e inesperado en la vida de tanta gente como lo ha hecho la pandemia del Covid-19, la onda expansiva de consecuencias suele tener pocos aspectos positivos. Alguno hay, pero son los menos. Uno que nos preocupa mucho es el aumento de peso, un hecho más que constatado que arrastramos desde el periodo de confinamiento más estricto. De 3 kilos de media que cada español engordó en los primeros seis meses, a 6 que habríamos acumulado hasta ahora, según un estudio sobre el impacto de la pandemia en la alimentación y la salud realizado por Ipsos entre más de 22.000 adultos de 30 países. Eso es lo que afirma el 31% de los encuestados a nivel mundial, y el motivo por el que 3 de cada 10 reconoce haber tratado de compensarlo haciendo más ejercicio, aunque la mayoría ha dejado de hacerlo en los últimos meses. En España superamos la media mundial en cuanto a ciudadanos que reconocen haber engordado desde marzo del año pasado, llegando a un 38% de la población, lo que no sitúa en el sexto lugar del ranking mundial y a la cabeza de Europa, seguidos por Italia con un 35%, y Gran Bretaña con 32%. No obstante, el incremento medio (casi 6 kilos) ha sido menor que el que se ha producido en otros muchos países, lo que nos sitúa en la parte media – baja del ranking en ese aspecto.

Curiosamente, también estamos por encima de la media global y entre los primeros países europeos donde más gente ha perdido peso (un 21% de los españoles así lo afirma) solo por detrás de Gran Bretaña con un 24%.

En cuanto al ejercicio físico, los resultados del estudio muestran que lo cogimos con ganas al principio de la pandemia pero, en los últimos meses, nos hemos dejado vencer por la pereza y la dificultad de practicar deporte al aire libre, que se han dejado vencer por la pereza y/o las dificultades para realizar deporte al aire libre. De hecho, un 27% reconoce que se mueve menos que antes de la llegada del virus.

Otro de los temas que se han comentado mucho ha sido el consumo de alcohol durante esta pandemia. Ya en la primera ola vimos cómo, tras el primer momento donde la población se abasteció de productos básicos, hubo un incremento de la adquisición de alcohol para consumo doméstico. Así, el 10% de españoles reconoce haber aumentado la ingesta de este tipo de bebidas. Mientras, un 7% admite que ha bebido menos alcohol en los últimos meses, algo que puede explicarse por las restricciones de la hostelería ya que, en nuestro país, beber es un hábito mayoritariamente social. En este sentido, España ocupa el puesto 16 en el ranking de países que han incrementado el consumo de alcohol y es de los países europeos con menos consumo, sólo por detrás de Francia (6%) e Italia (9%).

En cuanto al tabaquismo, un 4% admite que ha dejado este hábito, el mismo porcentaje que ha caído en él durante la pandemia, lo que nos sitúa entre los seis primeros países en los que más ciudadanos han empezado a fumar.

Propósitos de enmienda

Tras casi un año conviviendo con el virus ya sabemos que hay factores que pueden agravar los síntomas de la enfermedad en caso de contraerla. En el estudio se ha consultado también a los ciudadanos si conocían cuáles eran estos factores. A nivel global, ser activo físicamente es el percibido como más beneficioso en caso de ser positivo (38%), seguido de dejar de fumar (28%) y tomar suplementos de vitamina D (26%). También ha habido muchas informaciones sobre que el sobrepeso puede agravar la enfermedad, por eso un 17% señala la pérdida de peso como algo importante para reducir la incidencia del virus.

En España cambia un poco este orden, ya que para el 39% lo que más puede reducir el impacto del SARS-CoV-2 sería dejar de fumar, seguido de la práctica habitual de ejercicio (25%), la pérdida de peso (20%) y el consumo de suplementos de vitamina D (18%).