Fase 2

2,8 millones de personas mayores entrarán en la nueva etapa de inmunización contra la Covid-19

El Consejo Interterritorial anuncia que los ancianos de más de 80 años sean el siguiente grupo en vacunarse

Personal sanitario administra la vacuna a una mujer en una residencia de Barcelona
Personal sanitario administra la vacuna a una mujer en una residencia de BarcelonaEmilio MorenattiAgencia AP

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció ayer que las personas mayores de 80 años serán el próximo grupo en recibir la vacuna contra el coronavirus en la siguiente fase de la campaña, que está previsto que comience el próximo mes de marzo.

Este colectivo recibirá la inmunización cuando haya terminado la de las residentes que viven en centros sociosanitarios, así como los empleados que trabajan en ellos, los profesionales sanitarios en primera línea y los grandes dependientes no institucionalizados. En total, unas 2.865.000 personas podrían beneficiarse de esta medida, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

La vacunación se realizará preferentemente en los centros de salud, aunque en los casos en que los ancianos no pudieran desplazarse existirá la opción de que el personal de enfermería acuda al domicilio a administrarla.

Durante los últimos días había muchos rumores sobre cuál sería el colectivo que entraría en la fase 2 de la vacunación. Casi todos los expertos coincidían en señalar que las personas mayores que no residen en centros asistenciales serían las siguientes, pero había muchas dudas sobre si se establecería un tope de edad o no. Así, la mayoría situaba los 70 años como la edad elegida, si bien entre los 15 grupos prioritarios que fijó el Ministerio de Sanidad para recibir la inmunidad figuraban los mayores de 64 años.

Sanidad y las comunidades autónomas se han visto forzadas a un cambio de estrategia debido a los problemas que se están planteando en los últimos días con el suministro de las vacunas, especialmente con el suero de Pfizer, cuyo parón en la producción ha tenido serias consecuencias en el ritmo de vacunación. La multinacional ralentizará los envíos hasta que pueda hacer los ajustes necesarios para producir 2.000 millones de dosis en 2021 en lugar de las 1.300 millones que preveía en un principio.

De este modo, en previsión de que la escasez de dosis pueda volver a repetirse en los próximos meses, se ha optado por priorizar al colectivo de las personas mayores de 80 años. Por edad, este grupo es de los más frágiles, ya que es uno de los que sufren una mayor letalidad debido al coronavirus en España. En concreto, desde que comenzó la pandemia el porcentaje de fallecidos sobre contagiados ha sido del 12,3% (en los mayores entre 70 y 79 años es del 4%, y en los de 60 a 69 del 1,1%), según datos del Carlos III.

El nuevo colectivo a vacunar ha sido fijado por el grupo técnico de vacuna covid, que actualmente «está trabajando» en delimitar los otros que empezarán a recibir sus dosis, previsiblemente a partir de marzo. La primera etapa empezó el pasado 27 de diciembre con el primer grupo diana, conformado por internos y trabajadores de residencias.

La previsión es que a final de la primera fase, en marzo, el 80 por ciento de las personas de centros sociosanitarios estarán vacunadas con las dos dosis. En esta fase debían entrar también los grandes dependientes no institucionalizados.

No obstante, este último colectivo todavía está a la espera de que le llegue su turno, ya que «la logística de inmunizar a estos pacientes «va a requerir un esfuerzo adicional de los profesionales de Atención Primaria, porque los sanitarios deberán desplazarse hasta los domicilios». Así lo ha señalado a LA RAZÓN Ángel Gil de Miguel, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Rey Juan Carlos.

Con el anuncio de la vacunación a los mayores de 80 años, el Ministerio y las autonomías se ponen en línea con la petición del martes pasado del Ejecutivo de la Unión Europea (UE) que, ante el incremento vertiginoso de casos de Covid-19 en muchos países, propuso una batería de medidas para intentar controlar la transmisión.

Así, Bruselas apremió a los Estados europeos a incrementar el ritmo de vacunación, al mismo tiempo que instaba a que el 80% de las personas mayores de 80 años y del personal sanitario estuviera inmunizado «como muy tarde en marzo».

En algunos países, como Reino Unido o Alemania, los mayores de 80 años entraron directamente en la primera etapa de la vacunación. En Francia, el lunes se abrió el turno para los mayores de 75 años que sufran una patología que les haga correr un «alto riesgo» de desarrollar una forma grave de Covid-19.

Efecto en las residencias

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, señaló ayer en rueda de prensa que «empieza ya a notarse» en las residencias el efecto de las primeras dosis inyectadas, algo que, aunque «esperable», supone «un motivo de satisfacción». «Hay un descenso en el número de casos que se aprecia en residencias de mayores», afirmó.

El «cuello de botella», recordó, es el número de dosis que se reciben, pero instó a que «el árbol no nos impida ver el bosque: estamos recibiendo vacunas». Asimismo, subrayó que el ritmo de vacunación en nuestro país es ya «óptimo».

Y ello pese a que pueden darse «imprevistos», como la reducción de las entregas de Pfizer/BioNTech, que no cree que vaya a dar «problemas» a la hora de administrar la segunda dosis que debe inyectarse a los 21 días, si bien «no pasa nada» si se hace «el 22, el 23 o el 24». «Tenemos un margen de seguridad», zanjó.