Tercera ola
La mortalidad entre los mayores cae en el primer mes de la vacuna
Pasa del 12,7% al 11,1% entre los infectados con coronavirus de más de 80 años
Desde mediados del mes de diciembre hasta finales de enero España ha sufrido una eclosión de casos de Covid-19. Poco a poco, la curva empezó a elevarse, llegando a alcanzar tras las fiestas navideñas un pico que ha superado con creces el que se registró en la primera ola. En consonancia con las cifras récord de contagios, las tasas de hospitalizaciones y de muertes deberían haber crecido en proporción parecida. Sin embargo, no ha ocurrido así. Coincidiendo con la campaña de vacunación, que arrancó el 27 de diciembre, la proporción de ingresos en hospitales y la letalidad del virus, que mide la proporción de fallecidos por el número de infectados, se ha reducido ligeramente.
Las razones de esta circunstancia positiva en medio de las negras noticias que acarrea esta tercera oleada de la pandemia no están claras, aunque si se consolidasen en el tiempo una de ellas sería, sin duda, el benéficoefecto ocasionado por la vacuna. Sobre todo en la población de mayor edad. Según los datos del Instituto de Salud Carlos III y de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, entre el 10 de mayo y el 16 de diciembre, cuando todavía no habían llegado las fiestas navideñas ni había tenido impacto la nueva cepa británica del virus, nuestro país contabilizaba 1,53 millones de contagios.
De ellos, 94.832 habían tenido que ingresar en el hospital, lo que equivale a un 6,2% y habían fallecido 19.087. Exactamente, el 1,2% de los que se habían infectado. Más de un mes después, el 27 de enero, los contagiados se han disparado hasta 2,43 millones de ciudadanos. Esto significa que en apenas 42 días han contraído el SARS-CoV-2 896.286 personas.
Cambio de rumbo
Pese a ello, las tasas de hospitalización y de letalidad no han subido, sino que han llegado a retroceder. Si a mediados de diciembre ingresaban en un centro sanitario el 6,2% de los infectados, a finales de enero lo hacía un 5,7%. Si antes fallecían un 1,2% de los contagiados, ahora lo hace un 1,1%. Una tibia bajada que se produce con mayor intensidad en el colectivo más vulnerable y, por tanto, el primero sobre el que se ha volcado la campaña de vacunación, el de la población de más de 80 años.
Según el Carlos III, entre el 10 de mayo y el 16 de diciembre se infectaron 99.705 mayores de esa edad. De ellos, un 29% –28.933– tuvieron que ser hospitalizados y 12.653 fallecieron, con lo que la letalidad se situó en el 12,7%. Las estadísticas entre el 10 de mayo y el 27 de enero muestran un aumento desmesurado de los contagios, llegando a sumar 168.289, es decir, 68.584 más en 42 días. Pese a ello, la tasa de hospitalizaciones bajó hasta el 26%. También lo hizo la de ingresos en UCI, que pasó del 0,6 al 0,5, y la de letalidad. Si hasta diciembre morían 12,7 de cada cien mayores de 80 años infectados, ahora lo hacen 11,1.
Las estadísticas también detectan ligeras mejorías en las personas de entre 70 y 79 años. En este grupo, los contagiados han pasado de 88.344 a 145.240 entre mediados de diciembre y finales de enero, pero los ingresos han pasado del 20,2% al 18,5%. Por su parte, el porcentaje de ingresos en UCI ha pasado del 2,4 al 2,2, y el de defunciones ha descendido del 4,2% al 3,7%.
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