Tercera ola
Un instituto de EE UU prevé 50.000 muertes más en España hasta mayo
La Universidad de Washington, en Seattle, contempla otra ola de defunciones pese a que este mes caerán las hospitalizaciones
España contabiliza 59.805 fallecidos por Covid-19 desde el estallido la pandemia. Son las cifras oficiales del Ministerio de Sanidad y el saldo que arroja nuestro país nada más doblegarse la curva, tras superar el pico de contagios de esta tercera ola.
Aunque es previsible que en los próximos días, sobre todo a finales de esta semana y principios de la que viene, el menor crecimiento de las infecciones lleve aparejado a su vez un descenso de los ingresos en hospitales y del número de fallecidos por coronavirus, las perspectivas no parecen especialmente halagüeñas para los próximos meses.
El Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME), un reputado departamento estadístico de la Universidad de Washington, en Seattle (EE UU), que fue fundado por la Fundación Bill y Melinda Gates, ha diseñado proyecciones sobre la evolución de esta crisis de salud pública en diferentes estados y, en el caso de España, las cifras que arroja sobre lo que ocurrirá antes del verano son demoledoras.
El IHME estima que el próximo 1 de mayo nuestro país podría alcanzar las 109.205 muertes acumuladas por Covid-19, lo que significa que de aquí a esa fecha se registrarían 49.400 nuevos fallecimientos con respecto a los que ya contabilizan las cifras oficiales de las autoridades españolas.
La previsión se efectúa en base los parámetros estadísticos que muestra la enfermedad desde su estallido y dibuja un escenario en el que se sigue distribuyendo la vacuna contra la Covid-19 como hasta ahora. Además de este escenario «normal», el instituto de la Universidad de Washington contempla un escenario alternativo en el que el impacto del SARS-CoV-2 y de sus variantes conocidas sería peor.
Si esto ocurriese, la estimación de fallecimientos podría elevarse, en el peor de los casos, hasta los 131.938, lo que significa que habría 72.133 más en estos tres meses. Un panorama aterrador. El IHME dibuja también un escenario más «benigno», en el que España alcanzaría el 1 de mayo las 95.440 defunciones por coronavirus, con lo que de aquí a esa fecha fallecerían 35.635 personas más.
El instituto prevé que el pico de fallecimientos por Covid-19 en España se produzca en torno al 19 de este mes de febrero, día en el que se producirían más de 920 muertes diarias, para ir descendiendo paulatinamente hasta el 1 de mayo, cuando el número oscilaría entre 98 y 187. Según los datos difundidos por el Ministerio de Sanidad, sólo ayer se contabilizaron en España 724 defunciones por Covid-19.
El Instituto también prevé un descenso de los ingresos hospitalarios en nuestro país a mediados de este mes de febrero, que se mantendría de forma prolongada en el tiempo hasta al menos al 1 de mayo, que es la fecha en la que detiene sus proyecciones.
Dicho descenso paulatino de muertes diarias y de hospitalizaciones podría ser fruto del efecto de la vacunación y de la inmunidad que van a adquirir poco a poco los grupos de riesgo que sufren en mayor medida la letalidad como consecuencia de la acción directa del virus.
En los mayores de 80 años, dicha letalidad alcanza a más de 11 de cada cien infectados, según los datos del Instituto de Salud Carlos III y de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, anque ha llegado a superar el 12% en el mes de diciembre.
El descenso de hospitalizaciones pronosticado afectaría tanto a las camas de agudos como a las de las unidades de cuidados intensivos (UCIS), que alcanzarían su máximo de ocupación en torno al 15 de febrero. En estos momentos, estas unidades de críticos están al borde del colapso en siete comunidades autónomas, en las que se registra una ocupación por pacientes Covid superior al 50, lo que apenas deja sitio para la atención de pacientes en estado crítico libres del virus pero aquejados de otras patologías.
Las proyecciones de IHME coinciden con algunas predicciones de expertos. Una de las últimas ha sido la de Michael Osterholm, el epidemiólogo que asesoró sobre la pandemia al equipo del presidente de EE UU, Joe Biden. En palabras suyas, “está llegando un huracán de categoría 5”. Esto se debe, en su opinión, al incremento de contagios que se producirá en las próximas seis o catorce semanas a medida que se propague la variante británica del virus. Recomienda por ello administrar la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19 al mayor número de personas posible. Sobre todo, a los mayores de 65 años, con el objetivo de reducir los casos más graves y las muertes que se van a producir en las próximas semanas.
A su juicio, aunque el protocolo y los ensayos apuntalan la tesis de que hay que administrar las dos dosis para obtener la máxima eficacia, una primera dosis también proporcionaría protección.
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