Reivindicación
«El confinamiento daña la salud mental y no es la solución»
Elena Vanessa Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología, defiende la labor de los epidemiólogos ante las críticas sufridas y reivindica su trabajo, clave para acabar con el virus
La polémica saltó a la opinión pública cuando hace unos días el magistrado del Tribunal Supremo del País Vasco Ángel Luis Garrido dijo a la prensa que “un epidemiólogo es un médico de familia que ha hecho un cursillo”, afirmación que, además de evidenciar su ignorancia sobre la formación de estos dos tipos de profesionales sanitarios, su tono displicente resultaba cuando menos “ofensivo” para ambos. Inmediatamente, la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) emitió un comunicado exigiendo una rectificación.
- ¿Se ha producido esa esperada rectificación?
- Sí, tuvo la educación y digamos que el cumplimiento de la norma, por el derecho a réplica que nos asiste, de admitir que se había equivocado y demás palabras en esa línea.
- Porque la medicina de familia y comunitaria es una especialidad MIR (médico interno residente), pero no la epidemiología.
-Nuestra especialidad no es MIR; quiero dejarlo bien claro. Es eminentemente disciplinaria. La formamos especialistas MIR, como es mi caso, en medicina preventiva y salud pública, así como otros especialistas en farmacia hospitalaria y comunitaria, enfermería, estadística, sociología, psicología, nutrición, informática, terapia ocupacional... Muchos cuentan con formación especializada reglada de cuatro años en España; otros, con másteres específicos u otro tipo de especialización en España o fuera. Todo esto, sin mencionar los títulos de doctorado que numerosos de nuestros asociados poseen.
-¿Considera que la gestión de la pandemia por parte del Gobierno central han sido acertada? Porque, admitámoslo, al principio, por ejemplo, con la escasez de mascarillas. ¿Y el encargo a una compañía china no homologada?
-A ver, al principio nos vino una avalancha para la que no estábamos preparados. Y el Gobierno gestionó la pandemia lo mejor que pudo y supo. ¿Que cometió errores? Naturalmente, si no sabíamos lo que se nos estaba viniendo encima.
-Incluso los datos que daba al principio Fernando Simón, como director de Coordinación de Alertas y Emergencias Estrategias de Sanidad, eran caóticos, ni concordaban de una día para otro.
-Sí, porque ni las comunidades autónomas estaban preparadas, ni entonces disponíamos de los sistemas informáticos adecuados para canalizar todo ese volumen de información. Pero se corrigió con la mayor celeridad.
-Hay numerosas sociedades científicas que se han quejado de haber ofrecido su asesoramiento y ni siquiera ser escuchadas.
-Nuestro caso no ha sido ese, sin duda, pues los epidemiólogos no hemos parado de trabajar en la pandemia, pues existen oficialmente el Centro Nacional de Epidemiología, que se encarga normalmente de la vigilancia epidemiológica, y luego, en 2012, dentro de una ley de salud pública, trató de potenciarse la vigilancia de las enfermedades transmisibles y se habló de un Centro Estatal de Salud Pública, que lamentablemente se ha quedado en una buena intención de momento.
-¿Entonces en qué ha consistido su trabajo y cuál es su trascendencia?
-Nosotros nos encargamos de analizar los factores asociados a una infección, cómo se comporta la enfermedad, cómo se altera si cambian las recomendaciones, qué hacer para que esa enfermedad desaparezca. Es innegable que nuestra especialidad es fundamentalmente dinámica, puesto que varía con los acontecimientos y los factores sociosanitarios, que pueden ser sumamente cambiantes.
-¿Cuál es la postura de los epidemiólogos, pues, ante la vacunación?
-Precisamente, los datos de que disponemos son los que nos sugieren quién son los principales grupos de riesgo o, lo que es lo mismo, a quién hay que inmunizar antes y después y por qué. Claro, luego estas previsiones se nos trastocan por la no disponibilidad de la farmacéuticas, que trastocan todos los programas de vacunación. El diseño del estudio es fundamental, mucho más que la muestra, pero hemos de contar con variables imprevisibles.
- De acuerdo con los datos de las previsiones de la SEE, ¿hasta cuándo podemos seguir en pandemia?
- Sinceramente, es muy difícil hacer previsiones a medio plazo. Lo que ahora le diría es que siguiéramos con las medidas de distanciamiento social, lavado de manos y mascarilla. Y lo ideal es que la vacuna siguiera un curso regular para conseguir una inmunidad de grupo y/o que saliera algún medicamento que combatiera el virus. Creo que estas serían las únicas formas de poder ir saliendo de esta pesadilla, que es la pandemia del covid-19. Y, por supuesto, paciencia y disciplina por nuestra parte. Pero creo que medidas, como el confinamiento, que hacen tanto daño a la salud mental, no son la solución.
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