Opinión
¿Por qué vamos al revés de Europa?
¿Tiene sentido ahora la nueva regulación de Universidades que ordena las enseñanzas universitarias?
El ministro Castells ya presentó esta reforma en mayo del año pasado, consolidando el llamado 3+2. El rechazo que cosechó entre grupos de estudiantes y profesores vinculados a Podemos parece ser que hizo que lo retirase un par de semanas después. Sin duda esas presiones políticas han afectado al texto final. Algunos de los aspectos que regula, vinculados sobre todo al aseguramiento de la calidad en el sistema eran necesarios, pero llama la atención que después de casi diez meses de darle vueltas al texto haya errores técnicos incomprensibles. Otros son profundamente ideológicos como la obligación de vincular los planes de estudio a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Si en Europa la mayoría de los grados son de tres años, ¿por qué en España se quiere regular de manera diferente?
Es curioso porque solo países como Rusia, Malta o Chipre siguen manteniendo el sistema de cuatro años. En España está anomalía tiene sus raíces en una decisión poco acertada de la ministra Cabrera a la hora de ceder a presiones de algunos grupos académicos. En España hay muchas titulaciones del 3+2.
¿Estas diferencias pueden crear distorsiones?
Si, a la hora de realizar programas conjuntos con las universidades europeas ya que, o bien los estudiantes españoles se ven afectados por una discriminación frente a sus compañeros europeos que estén cursando el mismo programa y que en tres años se podrán incorporar al mercado laboral, o bien se discriminará a los estudiantes de la universidad española según estén en un programa europeo o no.
*Jorge Sáinz es ex director general de Universidades
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