La tasa de contagios roza la zona de riesgo

El número reproductivo básico instantáneo, conocido como Rt, no augura buenas noticias. Dicha magnitud es una de las empleadas por los epidemiólogos para predecir la evolución que experimentará una pandemia y mide el número de personas a las que puede infectar cada contagiado. Como regla general, si el número supera el 1, el virus causante de la enfermedad se está expandiendo. Si queda por debajo de esa cifra, se mantiene contenido. De momento, lo está. Según los datos del Instituto de Salud Carlos III y de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, la tasa de multiplicación del virus o número RT se sitúa en España en 0,91. ¿Cuál es el problema entonces? El principal problema es que lleva semanas creciendo de forma lenta pero aparentemente inexorable.

El pasado 8 de enero, una vez concluidas las fiestas navideñas, alcanzó el pico que anticipaba la tercera ola en nuestro país. En aquella fecha cada infectado contagiaba ya a 1,39 personas. A partir de ese momento, y tras las restricciones de movilidad y otras medidas de control de los contactos, el número RT empezó a descender de manera abrupta. En la segunda semana de febrero llegó a situarse, incluso, en 0,66, muy cerca del punto mínimo alcanzado en nuestro país en el año que ha transcurrido de pandemia. Dicho punto se registró el 9 de mayo como efecto del largo confinamiento decretado por el estado de alarma, situándose en un 0,60. Nunca ha estado más bajo desde entonces.

En la segunda quincena de febrero de este año la tasa de contagios ha vuelto, sin embargo, a repuntar, y aunque aún no ha traspasado el peligroso umbral del 1 a nivel nacional, sí lo ha hecho, en cambio, en algunas autonomías. En Ceuta y Melilla ha alcanzado, por ejemplo, el 1,24 y el 1,18, respectivamente. En la Rioja llega al 1,15; en Asturias alcanza el 1,05, y en Cataluña es ya de un 1. Por encima del 0,9 se sitúan además seis regiones. Este súbito aumento apuntala los argumentos de los que pronostican que aún puede producirse una cuarta ola en España. El punto más alto de la tasa de contagios se produjo en España hace precisamente un año. El 9 de marzo, un día después de celebrarse las polémicas concentraciones feministas autorizadas por el Gobierno, cada infectado contagiaba a 2,73 personas.