Pandemia

Un experto, sobre la cuarta ola del coronavirus en España: “Es inevitable, ya no la podemos frenar”

“No hay ninguna razón que justifique no utilizar la vacuna de AstraZeneca en personas mayores de 65 años” señala el doctor Quique Bassat, investigador del ISGlobal de Barcelona.

Personal sanitario del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander atiende a enfermos con coronavirus en una de las UCI-Covid del hospital cántabro el 4 de febrero de 2021
Personal sanitario del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander atiende a enfermos con coronavirus en una de las UCI-Covid del hospital cántabro el 4 de febrero de 2021Pedro Puente HoyosAgencia EFE

Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, los epidemiólogos temen que aumente la transmisión de covid-19 como ya ocurrió tras las desescaladas de verano y Navidad y no descartan que la temida cuarta ola asome tras el periodo festivo.

Quique Bassat, investigador del ISGlobal de Barcelona, lo tiene muy claro. “La cuarta ola es inevitable”, ha anticipado en una entrevista en ‘Las Mañanas de RNE’. El investigador, ha considerado que, a estas alturas, “ya no la vamos a poder frenar” porque “sigue habiendo mucha gente que se puede contagiar y morir por esta enfermedad”.

De todos modos, ha considerado que todavía quedan dudas por resolver en lo que respecta a su impacto. “La pregunta es: ¿De qué magnitud queremos que sea esa cuarta ola?”.

Bassat apunta a que la mejor receta es tomar medidas más restrictivas, sin esperar a un repunte de contagios. “Debemos endurecer las restricciones para la entrada de personas que vienen de zonas con peores datos epidemiológicos, como por ejemplo pidiendo una PCR también por vías terrestres y no solo para los que vienen en avión”, ha explicado. “No podemos cerrar los ojos ahora y esperar a que pase la Semana Santa para actuar”.

Respecto a la decisión por parte del Ministerio de Sanidad de permitir la vacunación con AstraZeneca a todas las personas por debajo de 65 años, Bassar cree que es un acierto, y añade, que “no hay ninguna razón que justifique el no utilizarla en personas más mayores que esa edad”.

De hecho, considera que el principal problema de AstraZeneca ha sido en la comunicación: “Es una vacuna buena, funciona y es más barata que otras, pero no han sabido transmitir esta información con la claridad necesaria desde las farmacéuticas ni desde las autoridades sanitarias”.